ESTADOS UNIDOS, 2012
TÍTULO ORIGINAL: Chained
DIRECTOR: Jennifer Lynch
PRODUCTOR: Rhonda Baker, David Buelow, Lee Nelson
GUION: Jennifer Lynch, Damian O'Donnell
REPARTO: Vincent D'Onofrio, Eamon Farren, Julio Ormond
El inicio nos pone en situación de forma directa, vemos a una madre y a su hijo yendo al cine para después coger un taxi para volver a casa. Hasta aquí todo parece normal, pero pronto la mujer se dará cuenta de que algo no va bien, creciendo su angustia y la del niño, que terminan metidos en la guarida (más bien garaje) de un misterioso taxista con claros instintos asesinos.
Seremos testigos (aunque no de forma directa) de cómo el taxista asesina a la mujer mientras su hijo, encerrado en el taxi lo oye todo. Después de esta secuencia, que llega a ser chocante sin que se vea una sola gota de sangre, es cuando comienza realmente la película.
A partir de aquí, enteremos el significado del título de la película, Chained(encadenado en español) y es que las intenciones del asesino, lejos de matar al niño igual que a su madre, son las de convertirlo en una especie de esclavo y aprendiz, a quien después de algún intento de huida terminara encadenando del pie. Una de las partes más chocantes del film es ver el trato que recibe el niño por parte de su maestro y es que ver cómo le hace comer sus sobras, recoger cadáveres y limpiar la sangre y demás a un chaval de nueve años, impacta. Incluso intuimos algo más en tareas más intimas como bañarse el uno al otro.
Está en mi opinión la mejor parte de la película, ver como después de dejarlo solo y tenerlo encerrado, el asesino le enseña paso a paso como convertirse en alguien como él, a la vez que lo tiene esclavizado y siendo testigo de todos sus matanzas, oyendo diariamente los gritos y las atrocidades (que nosotros solo intuimos) de todas las chicas que pasan por esa casa.
La sensación de angustia en este tramo se nota, los planos, la fotografía, todo está bien estudiado y aunque no abusa d ella, la violencia está presente en algún momento. Hay que remarcar que es una película independiente y los efectos aunque los pocos que hay están bien hechos, no encontraremos gore ni nada demasiado salvaje, pero esto no quiere decir que no impresione igual la frialdad con la que están tratadas las muertes.
El problema empieza cuando llegados a un punto, todo es lo mismo una y otra vez. Durante una parte de metraje lo único que vemos son las mismas enseñanzas una y otra vez y continuos secuestros y gritos de fondo, seguidos de la limpieza de la habitación. Vemos al protagonista limpiando, comiendo y aprendiendo todo el rato, además de las cámaras fijas puestas por el asesino que a ratos se nos intercalan con la propia película (aunque también es verdad que a través de ellas vemos las escenas más sangrientas de la película) lo que termina haciéndose repetitivo y da la sensación de que no sabían cómo continuar con la historia y la estaban alargando para rellenar mas minutos.
Una vez los minutos van pasando y llegamos a su final, el ritmo vuelve a levantar nuestro interés cuando se acerca el fin del aprendizaje de nuestro protagonista, después de ver como a crecido con las enseñanzas de su padre-postizo/asesino/amo,el director nos regala un par de sorpresas de guion que aunque son predecibles (una más que otra) sirven para levantar el bajón que supone su tramo intermedio, manteniendo de nuevo el suspense y los ojos clavados en la pantalla para no perdernos nada.
Aunque la reseña parezca un poco extraña, es exactamente igual a como me sentí mientras veía la película. Me mantuvo pegado al principio, se me hizo pesada a la mitad y me dejo una sensación agradable con el final.
Es una película independiente, con un ritmo típico de estas películas (en su mayoría lento), la banda sonora es escasa, los diálogos cortos y precisos y la fotografía sucia y oscura.
El reparto es también bastante aceptable; tanto el asesino (Vincent D'Onofrio) como el niño (ambas versiones, infantil y adolescente) hacen bien su papel, creíbles casi todo el rato y todo ello mezclado con toques de drama, suspense y algo de sangre. También destacaría la pequeña aparición de Julia Ormond y lo que nos transmite en su corta escena.
Vale la pena verla y no se pierde el tiempo con ella, pero seguramente a los pocos días terminaras olvidándola. Si se hubieran trabajado más el nudo de la película, no haciéndolo tan plano y simplón, les hubiera salido algo mucho mejor, pero como he dicho más arriba, se queda en un film aceptable con alguna escena buena, pero sin pasar de ahí.