My Best Friend is a Vampire

Comedia adolescente de mediado de los 80 (de esas que me encantan, he de reconocerlo) con elementos de terror.

En esta ocasión un tímido adolescente que no se come un rosco ni por error, está enamorado de una chica de la clase (la preciosa chica de pelo corto, Cheryl Pollack) que pasa total de él.

El tema está que el joven tiene sueños persistentes de besar a esa chica, pero se le aparece también una misteriosa y seductora mujer. Esa mujer a la cual no conoce, está interpretada por la actriz Cecilia Peck, hija en la vida real, del mítico actor Gregory peck.

Tiempo después, por azares o no de la vida, se encuentra con esa misteriosa mujer... ¡Que resulta ser una vampiro!

La vampira se lleva al joven a la cama, y lo vampiriza. A eso aparecen unos cazavampiros, cuyo cabecilla es el siempre excelente David Warner, en un papel que parodia a los cazavampiros.

El chaval escapa de la movida, e intenta volver a la normalidad, con ayuda de su mejor amigo, con la salvedad de que se está transformando poco a poco en un vampiro. A todo esto le ayuda un viejo vampiro que le ha seguido sus pasos, y de paso, ser una criatura de la noche le "ayuda" a conquistar a la chica de sus sueños.

Como podeis comprobar estamos ante un film sencillo, bonito, colorista, llena de jovencitas, chavales, neones y música de los 80 con Blondie, Timbuk 3, Oingo Boingo, Joe Chemay, Sharl Saba, Craig Morris, etc...

La combinación de historia de amor, comedia, el rollo vampiro, y rolletes adolescentes la verdad es que entretiene. Se trata de un producto diseñado para el publico adolescente de aquel entonces.

Cuando el film se estrenó se llamó "My best friend is a vampire" que traducido es "Mi mejor amigo es un vampiro" pero luego, posteriormente, se cambió el título de la película por otro, en reediciones en dvd y vhs, conociéndose tambien esta película por "I was a teenage vampire" o "Yo soy un vampiro adolescente".

No voy a negar que no estamos ante una maravilla, del séptimo arte, ni mucho menos, pero el film se deja ver con una sonrisa.

A mí me moló. Cuando lo vi en los 80 me enamoré de Cheryl Pollack, de su preciosa cara, de su corte de pelo (desde entonces me molan mucho las chicas de pelo corto), de su vestuario...


¿Os molan los films de los 80 y sentís nostalgia al verlos? Igual esta película os hace gracia.

Night Life

Scott es un chaval que trabaja en una funeraria (propiedad de su tio), con muertos, trozos de cadáveres y embalsamando, y que es siempre puteado dentro y fuera del instituto al que va, por un grupito compuesto por dos parejas de gente guapa. Ellos son grandes, fuertes y juegan al fútbol americano, y ellas son sus novias, guapas, rollo cheerleaders.

Total que ese grupo de cuatro que van en Porsche se dedican a amargar la vida constantemente al protagonista, que sufre sus jugarretas y que por otro lado tiene una amiga que es una joven mecánica de motores y coches, interpretada por Cheryl Pollack.

El rollo está que medio film, su primera mitad, es una especie de comedia adolescente al uso de los 80, con sus toques de romanticismo.

El giro lo pegará la película cuando a la mitad del metraje se maten el grupo de cabrones en un accidente de tráfico y vayan todos los cuerpos a parar a la morque. Es interesante la escena como fue concebida y filmada, porque a veces da la impresión de que es un sueño.

El caso es que los cuatro RESUCITAN, y este punto no queda muy claro porque. Al parecer por los rayos de una tormenta, es decir, que la electricidad (como sucedía con Frankenstein) resucita a los muertos.

Los cuatro zombies nunca se les ve comer carne humana durante la película y por el contrario son capacess de correr, saltar, usan herramientas, beben, conducen coches, y... ¡Hasta follan entre ellos!

Pero no os creais que son demasiado humanos. En realidad son unos asesinos imparables que se esfuerzan a toda costa en acabar con la parejita protagonista Grimes-Pollack.

La segunda mitad del film es sorprendente.

Tiene acción por un tubo, mucho movimientos, y emoción.

El gore es notable. Vemos desde cabezas partidas por la mitad, destripamientos, un taladro en la cara de un zombie, gente quemándose viva, zombies siendo triturados por una máquina de hacer virutas de madera, disparos en la cocorota y hasta una cabeza que "explota" tras ser inflada con herramientas de un taller de coches.

El gore sorprende siendo este un film para adolescente, pues uno no se espera ese nivel de violencia y en dicha cantidad.

La espectacularidad en las secuencias de acción del film me sorprendió. Tiene escenas mas propias de Arma letal (Lethal weapon) por ejemplo con la pareja saltando desde un puente por donde cruza un tren que arrolla un coche, que explota tras el brutal impacto.

Hasta hay muchas escenas con especialistas ardiendo bajo fuego real, una de ellas una interesante pelea dentro de una fosa en el cementerio, entre el protagonista que no puede salir de ella, y un zombie en llamas.

Resumiendo, la segunda mitad del film sorprende por su cantidad de acción, persecuciones, peleas y huidas todo ello mezclado con cine de terror de zombies.

Estamos ante un film no muy conocido, que en inglaterra se renombró con el nombre de Grave Misdemeanours.

La hermosa rubia Lisa Fuller ahora es cantante y luce un look muy diferente (evidentemente es una mujer mas madura y con 20 años mas en el cuerpo) con el pelo negro, en vez de rubio platino.

Me gusta el detalle de que la rubia se quiere follar de verdad al chaval (se siente atraida y excitada por el hecho de que el protagonista trabaja con muertos) y lamentablemente cuando están en la cama listos para el tiqui-taca llega uno y les jode el invento. ¡Que mala suerte!

Estamos ante un clásico producto de los 80, con personajes unidimensionales, muchos clichés, enfocado para adolescentes, pero que te coge por sorpresa poque uno no espera ni tanto gore explícito ni tanta acción y frenetismo en el clímax final.

Para mí es una película entretenida. Es diferente, pues los zombies llevan otro rollo y funcionan bajo otras reglas, pero la película se deja ver bastante bien.

Cheryl Pollack, como siempre, preciosa y encantadora.

Si te van los films de zombies, y el cine de los 80, igual te mola esta desconocida joyita, que es mejor de lo que uno podría esperar.

Como curiosidad final comentar que el director de este film, David Acomba, fue uno de los dos directores acreditados del especial televisivo de Star Wars de 1978, ya comentado en este blog.