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La increíble épica

jueves, 17 de mayo de 2012

Elysium

Neill Blomkamp hizo internacionalmente conocido su talento  para crear películas futuristas con la sorprendente “Distrito 9” que me gusto bastante, ahora dirige a Matt Damon en “Elysium” que transcurre en el año 2159 para mostrarnos un mundo dividido radicalmente en dos clases sociales: ricos y pobres, los de arriba (los que viven en la estación espacial Elysium que órbita alrededor del planeta y donde gozan de todas las comodidades y avances científicos) y los de abajo (todos los demás que sobreviven como pueden en una Tierra devastada y superpoblada).

Rhodes (Jodie Foster), una dura gobernante, promueve una rígida ley anti-inmigración, cuyo objetivo es preservar el lujoso estilo de vida de los ciudadanos de la estación espacial. A pesar de ello, los habitantes de la Tierra harán todo lo posible por emigrar a Elysium. Max (Matt Damon) acepta una misión casi utópica, pero que, si tuviera éxito, significaría la conquista de la igualdad entre las personas de esos dos mundos tan opuestos.

La estación espacial Elysium es el cielo, el paraíso en el espacio, donde no hay hambre, ni enfermedad, ni pobreza... donde no hay lugar para la fealdad ni para la tristeza. Un hermético cielo de lujo y felicidad que solo unos afortunados pueden disfrutar mientras que el resto tienen terminantemente prohibido su acceso. Así Blomkamp establece la separación de clases.

Uno de los desgraciados que tienen que sobrevivir en una Tierra devastada es Max (grande Matt Damon), un exconvicto que ahora trabaja en una cadena de montaje y que de niño, como muchos, soñaba con subir al paraíso, entrar en Elysium. Para controlar a Max y a las harapientas masas las autoridades se valen de droides (que bien podrían ser los policías de nuestro país). Resignado, Max trabaja sin meterse en líos pero un día sufre un accidente que le condenará a una muerte segura. Su única opción es acceder a la tecnología médica de la que disfrutan los habitantes de Elysium. Por eso Max comenzará entonces su cruzada personal para llegar al paraíso, a Elysium, custodiado por la secretaria de Defensa Rhodes (magnífica Jodie Foster), que no duda en utilizar la fuerza letal para frenar los desesperados intentos de estos modernos espaldas mojadas o inmigrantes de patera. Max convertirá su odisea desesperada por salvar su vida en algo mucho más grande e importante.

Con un presupuesto superior a los 100 millones de dólares y con Damon, Foster y el genial Cooper en el reparto, no cabe duda de que estamos ante un blockbuster veraniego. Por ejemplo, el forzado enfrentamiento final con el malo de turno es uno de esos clichés deudores de su presupuesto. Pero esto no resta demasiado impacto en la fábula que Blomkamp construye. El director consigue mostrarnos con un marco futurista nuestras vergüenzas actuales.

Bien contada (Blomkamp es un narrador extraordinario), con ambientación espectacular, algunas secuencias de acción muy potentes y un sólido reparto, el film “Elysium” es puro disfrute sensorial. No es perfecta, pero es una de las mejores películas de ciencia ficción de la década cargada de acción, elementos más convencionales que “Distrito 9” con la que comparte muchos puntos fuertes, y un mensaje social.



lunes, 14 de mayo de 2012

'A cambio de nada': la honestidad del cine español

Miguel Herrán y Antonio Bachiller en A cambio de nada (Daniel Guzmán, 2015)
Antonio Bachiller y Miguel Herrán, de 18 y 19 años
respectivamente, son el alma de A cambio de nada
El cine español tiene un toque especial de frescura y honestidad capaz de calar hondo en los espectadores. Sobre todo el realizado con bajo presupuesto pero alta ilusión (o sea, la mayoría). O quizá, sencillamente, es que, como español, me identifico más fácilmente con las historias y emociones que tienen lugar dentro de nuestras fronteras. A cambio de nada (2015), la ópera prima de Daniel Guzmán —conocido hasta ahora como “el novio de la pija de Aquí no hay quien viva” pese a poseer el Goya al mejor cortometraje por Sueños (2003)— es un perfecto ejemplo de ello. En este drama social, las calles de Madrid —las mismas que he recorrido yo mismo una y otra vez— albergan una historia sincera y humana que, pese a los inevitables defectos de (casi) todo trabajo novel, logra llegar al corazón del espectador.

Miguel Herrán, Luis Tosar y María Miguel en A cambio de nada (Daniel Guzmán, 2015)
La influencia de los padres y la educación en nuestro
futuro es clave del desarrollo de A cambio de nada
Con A cambio de nada, Guzmán realiza un viaje al pasado: el suyo. Y es que el guion (escrito por él mismo) parte de las vivencias acumuladas durante su juventud, siendo el perdido protagonista (interpretado con soltura por el debutante Miguel Herrán) su claro álter ego. Como tantos jóvenes de ahora y siempre, Darío se encuentra en el momento menos certero de su vida: aquel en que todas las puertas están abiertas con impedimentos varios ante ellas (tal y como desarrollé en el popular artículo ‘Adolescencia infinita’). Para encontrarse a sí mismo, el chico necesitará realizar un pequeño viaje que lo acerque a la madurez y lo aleje de sus imperfectos padres (María Miguel y Luis Tosar, poseedor de tres premios Goya que lo sitúan a años luz del resto del reparto), demasiado ocupados en tirarse los trastos a la cabeza como para prestar atención a su hijo. Como si de Alicia en el País de las Maravillas se tratase, el joven se encuentra con personajes que lo ayudan a seguir caminando y otros que sólo ponen trabas en su camino, sin ser necesariamente buenos los primeros ni malos los segundos.

Cartel de A cambio de nada (Daniel Guzmán, 2015)
El cartel de A cambio de nada
juega con el propio título
El compañero de fatigas del joven, el regordete Luismi, es el amigo fiel por antonomasia: aquel que sigue a su aliado hasta el infinito y más allá, sin ser siempre consciente del destino al que se dirige. En realidad, está tan perdido como el protagonista, pero A cambio de nadano es su historia y, por tanto, el personaje está condenado a ser un mero apoyo narrativo. Eso sí: la credibilidad que le otorga el inexperto Antonio Bachiller lo convierte en todo un empático (anti)héroe. Prueba de ello es el galardón recibido en el pasado Festival de Málaga, donde la cinta también se hizo con las menciones a mejor película (Biznaga de Oro) y dirección, así como el Premio de la Crítica. Incluso hubo quien lamentó que Ernesto Alterio (Sexo fácil, películas tristes, de Alejo Flah) arrebatara a Miguel Herrán el galardón principal, aunque, siendo justos, bastante juvenil se mostró ya el palmarés. Lo que sí es seguro es que ambos intérpretes cuentan con varias papeletas de cara al próximo Goya a mejor actor revelación, al igual que Guzmán es un candidato claro de cara al concerniente a mejor dirección novel.

Antonia Guzmán y Daniel Guzmán en el set de A cambio de nada (Daniel Guzmán, 2015)
En A cambio de nada Guzmán dirige a su propia abuela,
de quien obtiene un trabajo tan divertido como emotivo
Otro personaje de vital importancia es el de Caralimpia (un Felipe García Vélez que recuerda al abogado picapleitos de Breaking Bad), que da trabajo y apoyo al joven en su taller pero no hace más que arrastrarle a la oscuridad donde se ha sumido. Para Darío, necesitado de una figura paternal que admirar, es un ingenioso triunfador, pero lo cierto es que no es más que un delincuente fracasado que representa las malas influencias a las que todos nos exponemos en la adolescencia. En la otra cara de la moneda encontramos al director del instituto, interpretado por el eterno secundario Miguel Rellán, ganador del Goya por Tata mía, de José Luis Borau, 1986) en la primera edición de dichos galardones. Irónicamente, él sí desea lo mejor para el protagonista, pero su alineación con la ley no le ha permitido ganarse su simpatía. Por desgracia, ambos personajes quedan olvidados por Guzmán, que desaprovecha la oportunidad de explotar sus contrastes y deja así costuras sin rematar. Lo mismo sucede con el personaje de Antonia, una anciana interpretada por la propia abuela del realizador (Antonia Guzmán) que recoge muebles abandonados para después revenderlos: en ella (la voz de la experiencia) Darío encuentra la combinación de calidez familiar y riesgo novedoso. “Abuela, si no es por ti, yo no podría dirigir, porque tú me has enseñado muchísimas cosas que yo voy a contar a partir de ahora”, dijo el cineasta al recoger la Biznaga de Oro.

Antonio Bachiller, Daniel Guzmán y Miguel Herrán en el set de A cambio de nada (Daniel Guzmán, 2015)
Antonio Bachiller, Daniel Guzmán y Miguel Herrán:
tres jóvenes talentos a los que seguir la pista
Y es que la fuerza y el alma de A cambio de nadason sus personajes, tanto los principales como los secundarios (la sensual vecina, la evocadora prostituta transexual…), interpretados con franqueza por el natural reparto. Indudablemente la experiencia de Guzmán como actor marcó la diferencia. El campo técnico es mucho menos importante (nada destacable, pero tampoco disruptivo) y la propia realización parece apostar por la invisibilidad, aunque el joven cineasta reconoce la influencia de grandes nombres como François Truffaut, Jean-Luc Godard, Hal Hartley, Jafar Panahi, Mike Leigh, Alain Tanner, Erick Zonca, Thomas Vinterberg, Lars Von Trier, Michael Winterbotom, Kore-eda Hirozaku, Asghar Farhadi y Michael Haneke en su estilo veraz y cercano al documental. Yo veo más similitudes con el Fernando León de Aranoa de Barrio (1998) y Princesas (2005), mas todavía queda mucho para que Daniel Guzmán pueda compararse a tan experimentados realizadores. Empero, A cambio de nada destila fuerza y sinceridad gracias a partir de los dos únicos elementos imprescindibles de toda ópera prima: una historia que contar y ganas de hacerlo. La cinta no es perfecta, siendo su desenlace tan emotivo como chocantemente ingenuo, pero cumple con creces su cometido y exhala potencial por los cuatro costados.


© El copyright del texto pertenece exclusivamente a Juan Roures

© El copyright de las imágenes pertenece a sus respectivos autores y/o productoras/distribuidoras

viernes, 11 de mayo de 2012

The Fighter

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Título

The Fighter(España)
El ganador(Argentina)
El peleador(México)
El vencedor(Chile)

 

Dirección

David O. Russell

Producción

Dorothy Aufiero
David Hoberman
Todd Lieberman
Paul Tamasy
Mark Wahlberg
Ryan Kavanaugh

Guion

Scott Silver
Paul Tamasy
Eric Johnson
Keith Dorrington

Música

Michael Brook

Fotografía

Hoyte van Hoytema

Montaje

Pamela Martin

Protagonistas

Mark Wahlberg
Christian Bale
Amy Adams
Melissa Leo

Datos y cifras

País(es)

Estados Unidos

Año

2010

Género

Drama

Duración

115 minutos

Idioma(s)

Inglés

Compañías

Productora

Relativity Media
Mandeville Films
Closest to the Hole Productions

Distribución

Paramount Pictures
The Weinstein Company

Presupuesto

$25.000.000

Recaudación

$129.190.869

 

 

 

Argumento


The Fighter (titulada El peleador en México, The Fighter en España y El ganador en Argentina) es una película dramática sobre el deporte del boxeo estrenada el 10 de diciembre de 2010 en Estados Unidos y el 4 de febrero, 11 de febrero y 17 de febrero en España, México y Argentina, respectivamente. Protagonizada por Mark Wahlberg, Christian Bale, Amy Adams y Melissa Leo. Dirigida por David O. Russell. Ganadora de 2 Premios Óscar y candidata a 7 premios, incluyendo mejor película. Ganadora de dos Globos de Oro.

Micky Ward (Mark Wahlberg) es un boxeador de Peso welter estadounidense de Lowell, Massachusetts. Gestionado por su madre, Alice Ward (Melissa Leo), y entrenado por su medio hermano, Dicky Eklund (Christian Bale), Micky no ha tenido una carrera en particular: Se ha convertido en un "trampolín" para otros boxeadores que lo derrotan en su camino ir hacia arriba. Para complicar las cosas, Dicky, un ex boxeador en cuya cima del éxito noqueó a Sugar Ray Leonard en un partido televisado de HBO, se ha derrumbado desde sus primeros éxitos, convirtiéndose en adicto a la cocaína crack. Ahora está siendo filmado para un documental de HBO en el que creen que hablaran de su "regreso".

En la noche de la importante pelea en Atlantic City, el oponente programado de Micky está enfermo, y el sustituto encontrado resulta ser 18 libras más pesado que Micky. Pese a las reservas de Micky, su madre y su hermano están de acuerdo con los términos para poder sacar algún beneficio. Micky se ve completamente derrotado por el pesado luchador en una pelea claramente desequilibrada. Frustrado con su carrera y avergonzado por su derrota, Micky trata de retirarse del mundo y forma una relación con Charlene Fleming (Amy Adams), una ex atleta universitaria que abandonó y se convirtió en una camarera. Después de varias semanas, Alice organiza otra pelea para Micky, quien, preocupado de obtener el mismo resultado, se muestra muy preocupado. Su madre y sus siete hermanas culpan a Charlene por su falta de motivación. Micky menciona que ha recibido una oferta para entrenar en Las Vegas, pero Dicky dice que va a igualar la oferta para que pueda seguir entrenando y trabajando con su familia. Dicky trata de obtener dinero haciendo pasar a su novia como prostituta y luego, una vez que ella toma un cliente, se hace pasar por un oficial de policía para robar el dinero de los clientes. Este rápidamente es frustrado por la policía real y Dicky es arrestado después de una persecución y una pelea con ellos. Micky interviene e intenta detener a la policía de golpear a su hermano, pero un oficial rompe su mano antes de arrestarlo. En su comparecencia, Micky está en libertad, pero Dicky es enviado a la cárcel. Finalmente harto, Micky decide que Dicky ya no es asunto suyo.

En la noche del documental de HBO, la familia de Dicky y el mismo Dicky desde la cárcel, se horrorizan al ver que sale en un programa sobre adicciones a las drogas: Vidas perdidas en Lowell, un documental sobre cómo la adicción arruinó la carrera de Dicky y su vida. Devastado, Dicky comienza entrenando y tratando de recuperar su vida desde la cárcel. Micky es atraído de nuevo hacia el boxeo por su padre, quien cree que Alice y su hijastro Dicky son malas influencias. Recuperando a los otros miembros de su equipo de formación y en busca de un nuevo director, Sal Lonano (Frank Renzulli), convencen a Micky de volver al boxeo con el entendimiento explícito de que su madre y su hermano ya no estarán involucrados. Colocan a Micky en peleas menores que lo ayudan a recuperar su confianza. Entonces se le ofrece otra pelea grande contra un invicto y prometedor boxeador. Durante una visita a la prisión, Dicky asesora a Micky sobre la mejor manera de trabajar a su oponente, pero Micky siente que su hermano es un egoísta y trata de reiniciar su carrera fallida. Durante el combate real, Micky está casi abrumado al principio, pero, recordando el consejo de su hermano, altera su estrategia y finalmente triunfa, ganando la pelea por el título para el que estaba siendo preparado.

A su salida de prisión, Dicky y su madre van a ver a Micky. Suponiendo que las cosas son lo que eran, Dicky se prepara para entrenar con su hermano, pero Micky le informa que él ya no puede entrenarle por acuerdo de Micky con su actual equipo. En la discusión subsiguiente, en la que Micky castiga a ambas partes de su familia, Charlene y su entrenador lo abandonan. Micky y Dicky se pelean, llegando a un abrupto final cuando Micky noquea a Dicky. Dicky se atormenta, presumiblemente para drogarse otra vez, y Alice reprende a Micky, sólo se calma cuando él le dice que ella siempre ha favorecido a Dicky. Dicky regresa a su "casa de crack" para despedirse de sus amigos y se dirige al apartamento de Charlene. Él le dice que Micky los necesita y que tienen que trabajar juntos. Después de traer a todos de nuevo, el grupo se dirige a Londres para la pelea por el título. Micky apunta otra inesperada victoria y el título de peso welter. La película salta unos años hacia delante, con Dicky acreditando a su hermano por ser el creador de su propio éxito.

Se rodó entre el 13 de julio y el 26 de agosto de 2009. La filmación tuvo lugar íntegramente en Estados Unidos, en ciudades como Lexington o Lowell en Massachusetts y Los Ángeles, California. Matt Damon y Brad Pitt fueron considerados para el papel de Dicky Eklund, que finalmente interpreta Christian Bale. Éste último adelgazó varios kilos y estuvo preparándose para dar vida al personaje durante bastante tiempo previo al inicio del rodaje. Emily Blunt rechazó participar en la película. Mark Wahlberg empezó a prepararse para su papel en el año 2005, aunque la producción tuvo varios retrasos el actor siguió entrenándose para poder participar en la película. Su interés en el proyecto le llevó a implicarse en las tareas de dirección y envió el guion a Martin Scorsese, esperando que éste lo aceptara y dirigiera, pero Scorsese rechazó la propuesta. Inicialmente el director previsto era Darren Aronofsky, pero declinó la oferta en favor de Black Swan (2010).

The Bay



DIRECTOR: Barry Levinson
PRODUCTOR: Jason Blum, Steve Schneider
GUION: Michael Wallach
REPARTO: Kirsten Connolly, Kether Donohue, Christopher Denham











Si es que no puede ser de otra forma, llega el 4 de julio y la humanidad se va al garete. No son pocos los films que hacen alusión a este día, ya sea con una invasión alienígena a gran escala (Independence Day), con un pescador vengativo (la trilogía Se lo que hicisteis el último verano) e incluso con un zombie patriota con ganas de divertirse (Muerto el 4 de julio). Esta vez, será una especie de bacteria lo que provocara que los residentes de un pequeño pueblo costero las pasen muy putas durante la celebración de este día tan aprovechado en el género.   

Veremos, a través de móviles, noticiarios, cámaras caseras y grabaciones policiales, como poco a poco el pueblo se fue infectando de algo desconocido y sin cura aparente. La infección se extiende cada vez más rápido, provocando llagas y heridas en los afectados, hasta que poco a poco (y con una agonía bastante aparente) terminas medio descompuesto.


Como veis en su argumento y por mucha coletilla de Paranormal Activity que lleve, aquí lo sobrenatural no tiene lugar, sino que el film se centra es ser lo más realista posible.Y ese aspecto queda bien cubierto, podría creerme perfectamente todo lo que he visto si lo viera por las noticias gracias a la naturalidad de lo que se ve en pantalla. A parte de los variados estilos de grabación, contamos también con las explicaciones de una periodista que estaba allí cuando ocurrió todo y que, tres años después de lo ocurrido (y con la ayuda de una página wb interesada en dar a conocer a la verdad) decide hacer pública la historia. Su entrevista vía Skype será el hilo conductor que nos mostrara con todo lujo de detalles (y de manera bastante desagradable) lo que les paso a los habitantes de la bahía Chesapeake.




El ritmo aunque en un principio es algo lento (como en la mayoria de mokumentarys) va mejorando segun pasan los minutos, manteniendonte atento casi todo el rato para descubrir que o quien esta infectando a todo el pueblo y si hay alguna manera de pararlo. No creo que sea un argumento muy original ni sorprendente, pero la manera en como nos lo explican y la variedad de formatos de grabacion que hay le dan algo mas de empuje para que no se haga pesada ni aburrida a pesar de no complicarse demasiado con los giros de guión.

Pero el hecho de que haya tanta variedad de situaciones, personas y lugares tiene un fallo, y es que no llegas a empatizar con los personajes de la misma forma que si solo tuvieras un protagonista principal, lo que le quita cierto impacto a la cinta. Aunque con esto no quiero decir que no vayáis a encontrar imágenes desagradables: piel podrida, ampollas, hemorragias, pus, explosiones de órganos, miembros gangrenados y demás asquerosidades corporales (no aptas para ver mientras uno está comiendo) abundan a partir de la segunda mitad de película.


Es de agradecer también que la cámara no esté en movimiento constante y pueda verse sin terminar mareado. Se aprecia todo bastante bien (yo llegue a olvidarme de que era un mokumentary) a pesar de que hay varias escenas grabadas con cámaras caseras o móviles.

Quizá sea un defecto que es algo previsible ver como terminara la situación, pero tampoco creo que la originalidad fuera una de las intenciones del director, sino mas bien hacer un falso documental que cumpliera con los requisitos del mismo. Y puedo decir que los cumple correctamente, es entretenido, interesante y asqueroso (en el buen sentido de la palabra), y si  no nos ponemos a mirarla con lupa, es un film de lo mas disfrutable dentro de su género. 

Como ya he dicho por arriba, los personajes son de lo más variado y eso provoca que no nos dé mucho tiempo a conocer a ninguno en particular. Aunque casi todos cumplen con sus escasas escenas, por destacar algo, destacaría la presencia de Kristen Connolly (La inocente virgen de La Cabaña del Bosque) a la que vemos algo cambiada y más madura que en su anterior papel. Son sus escenas finales las que mas empatía me hicieron sentir, algo destacable teniendo en cuenta el trato tan general que reciben la mayoría de personajes.


La "presentadora" de la tragedia, encarnada por Kether Donohue, también cumple bien con lo que pedía su papel, que no era mucho más que informar e intentar sobrellevar el caos que se le viene encima. También están a la altura los FX, artesanales en su mayoría y bastante repulsivos, aunque a ratos, como es normal hoy en día, el CGIhace acto de presencia.

Contando con una historia que aunque se puede ver venir, es interesante, un reparto acertado en su mayoría y unos efectos gore a la altura, The Bay (La Bahía en castellano) es un falso documental bastante recomendable. Además nos deja con una advertencia que aunque parezca un poco sacado de Greenpeace, podría ser perfectamente una realidad. Sin ser un film que ofrezca nada nuevo ni en formato ni en argumento, cumple bien con los requisitos de un buen found footage. No creo que pierdas el tiempo si le echas un ojo y puede que incluso te lleves una sorpresa. Lo que recomiendo, es evitar verla mientras comáis, porque sin ser (ni mucho menos) lo más fuerte que he visto, hay escenas bastante desagradables. 



Nameless Gangster



En 1982 Ik-hyun es un funcionario de aduanas corrupto que está a punto de ser despedido. Decidido a dar un último gran golpe, al intentar vender una bolsa llena de heroína termina aliado con uno de los jefes mafiosos más importantes de Busan, Hyung-bae. Ik-hyun se gana la confianza de Hyung-bae de inmediato gracias a su imparable verborrea, y así la fuerza de uno y las habilidades del otro permitirán a ambos convertirse en los amos de Busan. Pero al llegar los años 90, el gobierno anuncia la guerra abierta contra el crimen organizado, y es entonces cuando empiezan a aparecer grietas en su relación. La guerra abierta por el poder absoluto ha comenzado.

A pesar de la duración de la película (133 minutos), la trama te mantiene enganchado todo el tiempo, gracias en buena parte a las actuaciones de Choi Min-Sik (“Old Boy”, “I saw the devil”) y Ha Jung-Woo “The Yellow Sea”, “The Chaser”). Para Choi Min-Sik supone el retorno a la gran pantalla después de dos años de descanso tras su histórica interpretación en "Encontré al Diablo" de Kim Jee-woon. También representa la segunda colaboración entre el actor Ha Jung-woo y el director Yun Jong-bin tras "The Unforgiven" y "Beastie Boys".

El personaje de Choi Min-sik es el del anti-mafioso, porque no es precisamente un Al Pacino en “Scarface”. Esto es, no tiene la intuición ni la ambición para los negocios turbios, sino que es más bien un bufón con discursos chulescos que nos arranca una sonrisa. Un listillo que primero se corrompe como funcionario público y después, a raíz de ser familiar de uno de los gánster más importantes de Corea, se introduce en el mundo del hampa. Su calificativo sería el de un listo que sale de la pobreza para convertirse en un gánster en un momento en el que el país se está poniendo manos a la obra para combatir la mafia. De hecho, la película reza en su introducción que la historia se basa en el pulso tomado por parte de las instituciones para acabar con los grupos organizados ilegales en Corea del sur en los años 80-90.
La película no innova y en ciertas partes es predecible y rutinaria, además de carecer prácticamente de acción. La historia se centra en conversaciones en karaokes y restaurantes, y la poca acción que hay no contiene pistolas; la mafia coreana va con palos y cuchillos. Cualquier objeto es usado para abrirle la cabeza a su oponente (botellas, un micrófono, una carpeta…). Y como en una reunión en un bar uno le acaba pegando en la cabeza a otro gánster y así en la segunda reunión y en la tercera, pues acabas por comprender de que no vamos a ver mucha más acción que esa.

Como detalle curioso, hay una escena muy similar a la de “Casino”. Concretamente, la escena en la que el personaje de Joe Pesci es apaleado y enterrado con vida, al final del film.

En su país de origen ha conseguido más de 4 millones y medio de espectadores y 32 millones de dólares recaudados en taquilla. Gracias al compromiso que Mediatres Estudio tiene con el cine asiático, podremos verla en nuestras salas comerciales de cine.

El thriller está producido por Showbox/Mediaplex, dirigido y guionizado por Yun Jong-bin, con música de Jo Yeong-wook, dirección fotográfica de Go Rak-Sun y forma parte de la Sección Oficial de largometrajes a concurso del Festival de Cine de Sitges.


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