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La increíble épica

viernes, 11 de mayo de 2012

The Fighter

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Título

The Fighter(España)
El ganador(Argentina)
El peleador(México)
El vencedor(Chile)

 

Dirección

David O. Russell

Producción

Dorothy Aufiero
David Hoberman
Todd Lieberman
Paul Tamasy
Mark Wahlberg
Ryan Kavanaugh

Guion

Scott Silver
Paul Tamasy
Eric Johnson
Keith Dorrington

Música

Michael Brook

Fotografía

Hoyte van Hoytema

Montaje

Pamela Martin

Protagonistas

Mark Wahlberg
Christian Bale
Amy Adams
Melissa Leo

Datos y cifras

País(es)

Estados Unidos

Año

2010

Género

Drama

Duración

115 minutos

Idioma(s)

Inglés

Compañías

Productora

Relativity Media
Mandeville Films
Closest to the Hole Productions

Distribución

Paramount Pictures
The Weinstein Company

Presupuesto

$25.000.000

Recaudación

$129.190.869

 

 

 

Argumento


The Fighter (titulada El peleador en México, The Fighter en España y El ganador en Argentina) es una película dramática sobre el deporte del boxeo estrenada el 10 de diciembre de 2010 en Estados Unidos y el 4 de febrero, 11 de febrero y 17 de febrero en España, México y Argentina, respectivamente. Protagonizada por Mark Wahlberg, Christian Bale, Amy Adams y Melissa Leo. Dirigida por David O. Russell. Ganadora de 2 Premios Óscar y candidata a 7 premios, incluyendo mejor película. Ganadora de dos Globos de Oro.

Micky Ward (Mark Wahlberg) es un boxeador de Peso welter estadounidense de Lowell, Massachusetts. Gestionado por su madre, Alice Ward (Melissa Leo), y entrenado por su medio hermano, Dicky Eklund (Christian Bale), Micky no ha tenido una carrera en particular: Se ha convertido en un "trampolín" para otros boxeadores que lo derrotan en su camino ir hacia arriba. Para complicar las cosas, Dicky, un ex boxeador en cuya cima del éxito noqueó a Sugar Ray Leonard en un partido televisado de HBO, se ha derrumbado desde sus primeros éxitos, convirtiéndose en adicto a la cocaína crack. Ahora está siendo filmado para un documental de HBO en el que creen que hablaran de su "regreso".

En la noche de la importante pelea en Atlantic City, el oponente programado de Micky está enfermo, y el sustituto encontrado resulta ser 18 libras más pesado que Micky. Pese a las reservas de Micky, su madre y su hermano están de acuerdo con los términos para poder sacar algún beneficio. Micky se ve completamente derrotado por el pesado luchador en una pelea claramente desequilibrada. Frustrado con su carrera y avergonzado por su derrota, Micky trata de retirarse del mundo y forma una relación con Charlene Fleming (Amy Adams), una ex atleta universitaria que abandonó y se convirtió en una camarera. Después de varias semanas, Alice organiza otra pelea para Micky, quien, preocupado de obtener el mismo resultado, se muestra muy preocupado. Su madre y sus siete hermanas culpan a Charlene por su falta de motivación. Micky menciona que ha recibido una oferta para entrenar en Las Vegas, pero Dicky dice que va a igualar la oferta para que pueda seguir entrenando y trabajando con su familia. Dicky trata de obtener dinero haciendo pasar a su novia como prostituta y luego, una vez que ella toma un cliente, se hace pasar por un oficial de policía para robar el dinero de los clientes. Este rápidamente es frustrado por la policía real y Dicky es arrestado después de una persecución y una pelea con ellos. Micky interviene e intenta detener a la policía de golpear a su hermano, pero un oficial rompe su mano antes de arrestarlo. En su comparecencia, Micky está en libertad, pero Dicky es enviado a la cárcel. Finalmente harto, Micky decide que Dicky ya no es asunto suyo.

En la noche del documental de HBO, la familia de Dicky y el mismo Dicky desde la cárcel, se horrorizan al ver que sale en un programa sobre adicciones a las drogas: Vidas perdidas en Lowell, un documental sobre cómo la adicción arruinó la carrera de Dicky y su vida. Devastado, Dicky comienza entrenando y tratando de recuperar su vida desde la cárcel. Micky es atraído de nuevo hacia el boxeo por su padre, quien cree que Alice y su hijastro Dicky son malas influencias. Recuperando a los otros miembros de su equipo de formación y en busca de un nuevo director, Sal Lonano (Frank Renzulli), convencen a Micky de volver al boxeo con el entendimiento explícito de que su madre y su hermano ya no estarán involucrados. Colocan a Micky en peleas menores que lo ayudan a recuperar su confianza. Entonces se le ofrece otra pelea grande contra un invicto y prometedor boxeador. Durante una visita a la prisión, Dicky asesora a Micky sobre la mejor manera de trabajar a su oponente, pero Micky siente que su hermano es un egoísta y trata de reiniciar su carrera fallida. Durante el combate real, Micky está casi abrumado al principio, pero, recordando el consejo de su hermano, altera su estrategia y finalmente triunfa, ganando la pelea por el título para el que estaba siendo preparado.

A su salida de prisión, Dicky y su madre van a ver a Micky. Suponiendo que las cosas son lo que eran, Dicky se prepara para entrenar con su hermano, pero Micky le informa que él ya no puede entrenarle por acuerdo de Micky con su actual equipo. En la discusión subsiguiente, en la que Micky castiga a ambas partes de su familia, Charlene y su entrenador lo abandonan. Micky y Dicky se pelean, llegando a un abrupto final cuando Micky noquea a Dicky. Dicky se atormenta, presumiblemente para drogarse otra vez, y Alice reprende a Micky, sólo se calma cuando él le dice que ella siempre ha favorecido a Dicky. Dicky regresa a su "casa de crack" para despedirse de sus amigos y se dirige al apartamento de Charlene. Él le dice que Micky los necesita y que tienen que trabajar juntos. Después de traer a todos de nuevo, el grupo se dirige a Londres para la pelea por el título. Micky apunta otra inesperada victoria y el título de peso welter. La película salta unos años hacia delante, con Dicky acreditando a su hermano por ser el creador de su propio éxito.

Se rodó entre el 13 de julio y el 26 de agosto de 2009. La filmación tuvo lugar íntegramente en Estados Unidos, en ciudades como Lexington o Lowell en Massachusetts y Los Ángeles, California. Matt Damon y Brad Pitt fueron considerados para el papel de Dicky Eklund, que finalmente interpreta Christian Bale. Éste último adelgazó varios kilos y estuvo preparándose para dar vida al personaje durante bastante tiempo previo al inicio del rodaje. Emily Blunt rechazó participar en la película. Mark Wahlberg empezó a prepararse para su papel en el año 2005, aunque la producción tuvo varios retrasos el actor siguió entrenándose para poder participar en la película. Su interés en el proyecto le llevó a implicarse en las tareas de dirección y envió el guion a Martin Scorsese, esperando que éste lo aceptara y dirigiera, pero Scorsese rechazó la propuesta. Inicialmente el director previsto era Darren Aronofsky, pero declinó la oferta en favor de Black Swan (2010).

The Bay



DIRECTOR: Barry Levinson
PRODUCTOR: Jason Blum, Steve Schneider
GUION: Michael Wallach
REPARTO: Kirsten Connolly, Kether Donohue, Christopher Denham











Si es que no puede ser de otra forma, llega el 4 de julio y la humanidad se va al garete. No son pocos los films que hacen alusión a este día, ya sea con una invasión alienígena a gran escala (Independence Day), con un pescador vengativo (la trilogía Se lo que hicisteis el último verano) e incluso con un zombie patriota con ganas de divertirse (Muerto el 4 de julio). Esta vez, será una especie de bacteria lo que provocara que los residentes de un pequeño pueblo costero las pasen muy putas durante la celebración de este día tan aprovechado en el género.   

Veremos, a través de móviles, noticiarios, cámaras caseras y grabaciones policiales, como poco a poco el pueblo se fue infectando de algo desconocido y sin cura aparente. La infección se extiende cada vez más rápido, provocando llagas y heridas en los afectados, hasta que poco a poco (y con una agonía bastante aparente) terminas medio descompuesto.


Como veis en su argumento y por mucha coletilla de Paranormal Activity que lleve, aquí lo sobrenatural no tiene lugar, sino que el film se centra es ser lo más realista posible.Y ese aspecto queda bien cubierto, podría creerme perfectamente todo lo que he visto si lo viera por las noticias gracias a la naturalidad de lo que se ve en pantalla. A parte de los variados estilos de grabación, contamos también con las explicaciones de una periodista que estaba allí cuando ocurrió todo y que, tres años después de lo ocurrido (y con la ayuda de una página wb interesada en dar a conocer a la verdad) decide hacer pública la historia. Su entrevista vía Skype será el hilo conductor que nos mostrara con todo lujo de detalles (y de manera bastante desagradable) lo que les paso a los habitantes de la bahía Chesapeake.




El ritmo aunque en un principio es algo lento (como en la mayoria de mokumentarys) va mejorando segun pasan los minutos, manteniendonte atento casi todo el rato para descubrir que o quien esta infectando a todo el pueblo y si hay alguna manera de pararlo. No creo que sea un argumento muy original ni sorprendente, pero la manera en como nos lo explican y la variedad de formatos de grabacion que hay le dan algo mas de empuje para que no se haga pesada ni aburrida a pesar de no complicarse demasiado con los giros de guión.

Pero el hecho de que haya tanta variedad de situaciones, personas y lugares tiene un fallo, y es que no llegas a empatizar con los personajes de la misma forma que si solo tuvieras un protagonista principal, lo que le quita cierto impacto a la cinta. Aunque con esto no quiero decir que no vayáis a encontrar imágenes desagradables: piel podrida, ampollas, hemorragias, pus, explosiones de órganos, miembros gangrenados y demás asquerosidades corporales (no aptas para ver mientras uno está comiendo) abundan a partir de la segunda mitad de película.


Es de agradecer también que la cámara no esté en movimiento constante y pueda verse sin terminar mareado. Se aprecia todo bastante bien (yo llegue a olvidarme de que era un mokumentary) a pesar de que hay varias escenas grabadas con cámaras caseras o móviles.

Quizá sea un defecto que es algo previsible ver como terminara la situación, pero tampoco creo que la originalidad fuera una de las intenciones del director, sino mas bien hacer un falso documental que cumpliera con los requisitos del mismo. Y puedo decir que los cumple correctamente, es entretenido, interesante y asqueroso (en el buen sentido de la palabra), y si  no nos ponemos a mirarla con lupa, es un film de lo mas disfrutable dentro de su género. 

Como ya he dicho por arriba, los personajes son de lo más variado y eso provoca que no nos dé mucho tiempo a conocer a ninguno en particular. Aunque casi todos cumplen con sus escasas escenas, por destacar algo, destacaría la presencia de Kristen Connolly (La inocente virgen de La Cabaña del Bosque) a la que vemos algo cambiada y más madura que en su anterior papel. Son sus escenas finales las que mas empatía me hicieron sentir, algo destacable teniendo en cuenta el trato tan general que reciben la mayoría de personajes.


La "presentadora" de la tragedia, encarnada por Kether Donohue, también cumple bien con lo que pedía su papel, que no era mucho más que informar e intentar sobrellevar el caos que se le viene encima. También están a la altura los FX, artesanales en su mayoría y bastante repulsivos, aunque a ratos, como es normal hoy en día, el CGIhace acto de presencia.

Contando con una historia que aunque se puede ver venir, es interesante, un reparto acertado en su mayoría y unos efectos gore a la altura, The Bay (La Bahía en castellano) es un falso documental bastante recomendable. Además nos deja con una advertencia que aunque parezca un poco sacado de Greenpeace, podría ser perfectamente una realidad. Sin ser un film que ofrezca nada nuevo ni en formato ni en argumento, cumple bien con los requisitos de un buen found footage. No creo que pierdas el tiempo si le echas un ojo y puede que incluso te lleves una sorpresa. Lo que recomiendo, es evitar verla mientras comáis, porque sin ser (ni mucho menos) lo más fuerte que he visto, hay escenas bastante desagradables. 



Nameless Gangster



En 1982 Ik-hyun es un funcionario de aduanas corrupto que está a punto de ser despedido. Decidido a dar un último gran golpe, al intentar vender una bolsa llena de heroína termina aliado con uno de los jefes mafiosos más importantes de Busan, Hyung-bae. Ik-hyun se gana la confianza de Hyung-bae de inmediato gracias a su imparable verborrea, y así la fuerza de uno y las habilidades del otro permitirán a ambos convertirse en los amos de Busan. Pero al llegar los años 90, el gobierno anuncia la guerra abierta contra el crimen organizado, y es entonces cuando empiezan a aparecer grietas en su relación. La guerra abierta por el poder absoluto ha comenzado.

A pesar de la duración de la película (133 minutos), la trama te mantiene enganchado todo el tiempo, gracias en buena parte a las actuaciones de Choi Min-Sik (“Old Boy”, “I saw the devil”) y Ha Jung-Woo “The Yellow Sea”, “The Chaser”). Para Choi Min-Sik supone el retorno a la gran pantalla después de dos años de descanso tras su histórica interpretación en "Encontré al Diablo" de Kim Jee-woon. También representa la segunda colaboración entre el actor Ha Jung-woo y el director Yun Jong-bin tras "The Unforgiven" y "Beastie Boys".

El personaje de Choi Min-sik es el del anti-mafioso, porque no es precisamente un Al Pacino en “Scarface”. Esto es, no tiene la intuición ni la ambición para los negocios turbios, sino que es más bien un bufón con discursos chulescos que nos arranca una sonrisa. Un listillo que primero se corrompe como funcionario público y después, a raíz de ser familiar de uno de los gánster más importantes de Corea, se introduce en el mundo del hampa. Su calificativo sería el de un listo que sale de la pobreza para convertirse en un gánster en un momento en el que el país se está poniendo manos a la obra para combatir la mafia. De hecho, la película reza en su introducción que la historia se basa en el pulso tomado por parte de las instituciones para acabar con los grupos organizados ilegales en Corea del sur en los años 80-90.
La película no innova y en ciertas partes es predecible y rutinaria, además de carecer prácticamente de acción. La historia se centra en conversaciones en karaokes y restaurantes, y la poca acción que hay no contiene pistolas; la mafia coreana va con palos y cuchillos. Cualquier objeto es usado para abrirle la cabeza a su oponente (botellas, un micrófono, una carpeta…). Y como en una reunión en un bar uno le acaba pegando en la cabeza a otro gánster y así en la segunda reunión y en la tercera, pues acabas por comprender de que no vamos a ver mucha más acción que esa.

Como detalle curioso, hay una escena muy similar a la de “Casino”. Concretamente, la escena en la que el personaje de Joe Pesci es apaleado y enterrado con vida, al final del film.

En su país de origen ha conseguido más de 4 millones y medio de espectadores y 32 millones de dólares recaudados en taquilla. Gracias al compromiso que Mediatres Estudio tiene con el cine asiático, podremos verla en nuestras salas comerciales de cine.

El thriller está producido por Showbox/Mediaplex, dirigido y guionizado por Yun Jong-bin, con música de Jo Yeong-wook, dirección fotográfica de Go Rak-Sun y forma parte de la Sección Oficial de largometrajes a concurso del Festival de Cine de Sitges.


Lessons of Evil

El cine de Takashi Miike aunque algunas veces baratillo siempre posee el personal e inconfundible toque de este gamberro cineasta nipón. Su producción es enorme y aunque a veces es bastante irregular, casi siempre ofrece a su público lo que este espera, es decir, “ida de olla” y sorpresas estilo Miike. Lo último que había visto y disfrutado del amigo Takashi fueron esas incursiones en el cine clásico samurái tituladas: 13 Asesinos y Hara-kiri: Muerte de un Samurái (remake casi idéntico de la obra maestra de Misaki Kobayashi). A pesar de ser dos obras estupendas (sobre todo la primera de ellas) se alejaban bastante de las coordenas psicotrónicas y alucinadas del Miike más desbocado.

El año 2012, fue un año prolífico para el cineasta japonés, pues dirigió tres películas para la pantalla grande (entre las que se encuentra Lesson Of The Evil) y un episodio para la serie de televisión Q.P., que adaptaba un manga de Takahashi Hiroshi del que Miike ya había llevado a la pantalla grande las dos entregas de sus cuervos (Crows Zero y Crows II).

En Lesson Of The Evil, el bueno de Miike adapta personalmente una novela de Kishi Yusuke (hecho este un tanto singular porque no suele involucrarse en tareas de guión, tanto es así que desde el año 2007 con Sukiyaki Western Django que no se enfrentaba al folio en blanco). Se nos cuenta la historia del perfecto profesor Seiji Hasumi. Inteligente, guapo, simpático y agradable profesor de inglés de instituto, que se preocupa tanto a nivel académico como personal por sus alumnos, implicándose mucho más de lo que su sueldo le exigiría por solucionar los problemas que estos puedan tener. El instituto, posible metáfora de la sociedad japonesa, esconde bajo una falsa apariencia de normalidad y tranquilidad, una realidad turbadora repleta de miserias en forma de acoso escolar, vejaciones sexuales, redes clandestinas para copiar exámenes, vidas frustradas, etc. En este contexto, el verdadero Hasumi, un psicópata sanguinario y cruel aflorará para impartir una lección que nadie olvidará.

Este thriller brutal nos devuelve al Miike más despiadado, y nos remite a una de sus mejores obras, Audition, tanto por la estructura de la película (claramente dividida igual que aquella en dos partes) como por la planificación de algunas escenas. Y aunque contiene alguna bizarrada y suficientes momentos delirantes se aleja de los parámetros transitados por otras obras como Gozu o Visitor Q.

En su primera parte se nos narra de forma pausada (que no lenta, pues no paran de suceder cosas) las relaciones entre los diversos miembros del instituto, así como va desvelándose la verdadera personalidad que cada uno de ellos esconde bajo una máscara de cordialidad impuesta por las normas sociales. Poco a poco el profesor Hasumi (interpretado por Hideaki Ito, que ya trabajo con Miike en la mencionada Sukiyaki Westren Django) tendrá la necesidad de escapar del caparazón que se ha impuesto y dejar que la violencia que alberga en su interior se materialice. Es en una segunda parte, memorable, donde Miike vuelve con su arrolladora fuerza visual y nos regala 50 minutos de violencia gráfica y orgía de sangre que no olvidaremos (pese a la ausencia de vísceras y mutilaciones en primer plano). Hasumi se transforma en un ángel purificador que va dando caza a todos aquellos que se encuentra a su paso con una escopeta, que cada vez que dispara atruena cual yunque golpeado en nuestras cabezas (dejando a asesinos reales como Eric Harris y Dylan Klebold los perpetradores de la masacre de Columbine o al más reciente Anders Breivik, como meros aficionados). No sólo es eterna la cacería, sino que su espectacular realización nos sitúa como espectadores privilegiados en el epicentro de la fría y sádica matanza, pero sin la capacidad de intervenir para frenarla.

Porque no nos engañemos, lo que nos cuenta Miike es mucho más que su turbador thriller hipersangriento sobre asesinos en serie, con elementos de mitología escandinava, referencias visuales a la nueva carne de Cronenberg y con un reiterado uso (también como leit motiv argumental) de la canción “Die Moritat von Mackie Messer”compuesta a principio del siglo pasado por Bertolt Bercht y Kurt Weill para “La ópera de los tres centavos” (es alucinante cómo con semejantes cócteles este tipo es capaz de sacar a flote y de forma magistral sus propuestas). La cinta nos habla del mal en estado puro, nos escupe la terrible realidad de que el ser humano es el monstruo más depravado, salvaje y sanguinario que hay y lo que es más aterrador, que cualquiera puede ser ese monstruo. Porque no hay que olvidar que la gran treta del diablo es hacer creer a todos que no existe.
Es evidente que no es una película perfecta, no se atan todos los cabos de forma satisfactoria (de hecho algunas tramas se obvian, como la investigación policial), puede resultar algo confusa al inicio y desde luego deja mal sabor de boca pues al finalizar quieres saber mucho más, pero es un producto muy bien facturado, entretenido y con la suficiente mala hostia y humor negrísimo como para hacer pasar dos horas estupendas a los amantes de las experiencias (asiáticas) extremas (difícilmente una cinta como esta se podría rodar así en EE.UU.).

Así que aquellos que tengan la oportunidad de acercarse al próximo Festival de Sitges que no pierdan la ocasión para disfrutar de esta obra (en una sala cinematográfica debe ganar aún más enteros), la cual no defraudará a los seguidores de Miike y resultará un acercamiento interesante al personal universo de este prolífico y polémico director de aquellos que aún no lo conozcan.




lunes, 7 de mayo de 2012

Plus One

Interesante el póster, para que os voy a engañar. El director Dennis Iliadis, conocido por haber dirigido el remake de La última casa a la izquierda, vuelve con su nueva película de terror, Plus One.Los asistentes al festival americano SXSW 2013, pudieron ver su obra terminada y las impresiones generales de la crítica han sido muy positivas, con varias imágenes corriendo por la red de redes, nos podemos hacer una pequeña idea de lo que está por llegar. Plus One mezcla el género fantástico con el terror más puro y la tensión de un buen thriller. Y por lo poco que hemos podido ver ya estamos con ansias de más.


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