“Alicia en el País de las Maravillas” (2010) y “Sombras tenebrosas” (2012) constituyen dos de las obras más flojas de Tim Burton, quien regresa a sus orígenes para tomar de nuevo impulso; al cortometraje de 29 minutos “Frankenweenie” (1984), convertido en formato largometraje y animación stop motion al amparo de las nuevas tecnologías y el uso del 3D, con la finalidad de realzar su amor por los clásicos del cine de terror y fantástico. Pero también vuelve a “Vincent”, su corto de animación con esa misma técnica del stop motion.
La celebración de Halloween es una época muy propicia para ver “Frankenweenie” (2012) como lo es “Pesadilla antes de Navidad” o “La novia cadáver”. NIDO DE CUERVOS pudo disfrutar de su premier en el Festival de Cine de Sitges 2012 (doblada como todas las películas de la Sección Sitges Family).
Este viaje en el tiempo hacia los inicios de su carrera cinematográfica que supone “Frankenweenie” (2012) toma su trazo y sus formas de “Vincent”, y copia plano por plano muchas de las acciones, ampliando algunas de las ideas del cortometraje “Frankenweenie” En el film hay todo un conjunto de referencias al cine de terror y fantástico, así como el gusto a la serie B, que va de “Frankenstein” con el niño Víctor que pasa de hacer películas caseras con su perro a embarcarse en un experimento para resucitar a su mascota; vemos referencias a “La novia de Frankenstein” en la perrita de Elsa Van Helsing (nombre homenaje a “Drácula”), vecina de Víctor; a Vincent Price en la fisonomía del profesor de ciencias naturales; a “El jovencito Frankenstein” en la figura de uno de los compañeros de clase de Víctor; pasando por la fisionomía lúgubre de Boris Karloff en otro de los niños del grupo; hasta un homenaje al kaiju eiga (Godzilla) o a films como “Gremlins”. También se hace referencias a su propio cine como por ejemplo el vecindario, idéntico al de “Eduardo Manostijeras”, con las marujas cotillas acechando en cada esquina y el ambiente conservador y hostil donde lo desconocido y lo diferente es temido y odiado.
Victor Frankenstein es un joven adolescente al que le gusta hacer películas caseras con su perro Sparky, al que está muy unido. En la escuela, Victor tiene como compañeros de clase a Edgar E Gore, quien trata de ser su compañero de clase de ciencias; Elsa Van Helsing, una joven por la que se siente vagamente atraído; la chica rara, con los ojos abiertos como platos y siempre acompañada de un gato blanco; Hassor, un chico inteligente; Toshiaki, un japonés que quiere como sea ganar el concurso de ciencia en el que todos ellos participan; y Bob, el regordete del grupo. Su profesor de ciencias es el Sr. Rzykruski, la voz de la razón, del sentido común y de la verdad.
Un día, durante un partido de béisbol, Sparky es atropellado por un coche cuando intenta hacerse con la pelota. Víctor quiere mucho a su perro (“No lo quiero en mi corazón, lo quiero a mi lado”, le dice a su madre) y se da cuenta de que quizás aplicando la ciencia pueda devolverle la vida.
Durante más de dos años, animadores, marionetistas, diseñadores, escultores, técnicos y artistas realizaron un trabajo de artesano que avanzaba segundo por segundo. Varios equipos de animadores (33 en total) trabajaron simultáneamente en diversas escenas con los mismos personajes (se crearon 18 Víctors y 15 Sparkys). Incluso había un taller de reparación de marionetas con 150 empleados.
La dirección artística corrió a cargo de Rick Heinrichs, colaborador habitual de Burton (incluso en los cortos “Vincent” y “Frankenweenie”), quien empezó a trabajar en el proyecto en el año 2009, encargándose de construir los decorados a escala, habiendo un total de 200. Todos los decorados casan muy bien con el estilo de las marionetas. El decorado más espectacular es el cementerio de animales donde Sparky es enterrado. En las lápidas podemos ver nombres de algunos de los perros, gatos y demás mascotas fallecidas de los animadores que trabajaron en el film.
El debutante Peter Sorg (iluminador en “Los mundos de Caroline” y “La novia cadáver”) se encargó de la dirección fotográfica en donde la animación en blanco y negro da profundidad y se juega con las sombras de forma muy interesante.
Dicho esto, cabe apuntar que “Frankenweenie” no aporta sorpresa, esto es, la narración resulta algo mecánica y cada elemento ha sido estudiado sin frescura. A pesar de ello, parece que en la animación es donde Burton se siente más cómodo y hay que celebrar su vuelva; su vuelta a los orígenes.
LA ESCENA: La resurrección de Sparky y el discurso del profesor Rzykruski contra los padres de la escuela en la que trabaja.
LO MEJOR: La historia, la apuesta en escena y la música de Danny Elfman.
LO MENOS BUENO: Una narración algo mecánica.