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La increíble épica

miércoles, 25 de febrero de 2015

B.o.B.'s Flat World Theories, Kanye and Wiz's Beef & Rihanna's Anti




Lily James Gets Prim, Proper and Badass in 'Pride and Prejudice and Zombies'. Listen to Rihanna's New Album 'ANTI'. Wiz Khalifa Calls Out Kanye West for Album Name Change. 5 Games Looking to Break into eSports in 2016.
Tos Top 8
Lily James Gets Prim, Proper and Badass in 'Pride and Prejudice and Zombies'
Listen to Rihanna's New Album 'ANTI'
Finally, her anticipated eighth album has arrived.
Wiz Khalifa Calls Out Kanye West for Album Name Change
...and Ye doesn't take it lightly.
5 Games Looking to Break into eSports in 2016
From Paragon to Overwatch, here's some games we think will break into eSports this year.
Alessia Cara Has Gone From "Here" to Everywhere
B.o.B. Thinks The World is Flat
No seriously, he actually thinks that. And has "proof."
The Black Keys to Release a Comic Book Soundtrack
Look out for 'Murder Ballads' and its accompanying music later this year.
5 Reasons Why 'Suicide Squad' Could Be a Game Changer for DC Comics
We'll go ahead and on get on the hype train before it gets even more crowded.
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viernes, 9 de enero de 2015

Las Mejores Películas del Año Pasado

adios-al-lenguaje-1 Entre los filmes que hemos podido ver debemos destacar, Boyhood, en el entorno de libertad y alteración que supone toda la obra, no siempre admirable, de Linklater; El gran hotel Budapest donde Wes Anderson sigue demostrando ser uno de los realizadores más originales del cine americano; El viento se levanta o cómo Miyazaki, en su adiós al cine, muestra cómo el cine de animación puede contar mucho más que conductistas y repetitivas historias infantiles; Begin Again, Mommy, Her, El congreso y Upstream Color muestran también sus ansias innovaciones. Sorpresa ha supuesto la polaca Ida, de Pawilowski, una reflexión sobre el pasado y el presente de Polonia en una historia con ecos de Viridiana de Buñuel, que ha conseguido auparse a los primeros premios del cine europeo. En otro orden de cosas, y dentro de unos planteamientos más clásicos, no hay que olvidar el tour de force que supone, dentro de su tono personal, La venus de las pieles de Polanski, sin olvidar los curiosos acercamientos al biopic real (Mr. Turner, The grandmaster, El lobo de Wall Street, Big eyes) o imaginario (A propósito de Llewyn Davis), en un momento en el qu el cine se ha volcado sobre este, digamos, género. De hecho el cine de 2015 se ha abierto con dos biopics muy brillantes: The imitation games —sobre Alan Turing— y La teoría del todo —sobre Stephen Hawking—. El primer título va mucho más de la simple historia del personaje (el excelente matemático precursor de los ordenadores) para plantear una reflexión, entre otras cosas, sobre una época convulsa y un país. Pero hay un filme que ha sobrevolado sobre todos los demás en 2014. Y es, naturalmente, la última obra de ese joven de 85 años que es Jean Luc Godard, Adiós al lenguaje. Cine revolucionario en la forma y en el fondo, abierto a todo en su simplicidad. Sugerente, reflexivo, impenetrable, polémico, sigue mostrando que el cine tiene aún mucho campo para reflexionar sobre cuál es su papel y cuales sus límites expresivos. Lástima que para su exhibición entre nosotros se haya amputado en parte al habérsenos negado su visión en 3D, sistema que servía al gran director para jugar, aprehender y desmontar el mismo sentido del relieve en cine. De todas maneras como (más o menos) decía Godard cuando fue invitado al último festival de Cannes, en el que se proyectó su filme: “No puedo aceptar estar ahí con ustedes porque yo ya estoy en otro lugar”. Es decir, en otras propuestas, las presentes en Adiós al lenguaje para Godard, muy probablemente, ya han quedado antiguas. Esperemos, pues, sus nuevas obras Diez títulos importantes A propósito de Llewyn Davis (Joel y Ethan Coen, 2013) Adiós al lenguaje (Jean Luc Godard, 2014) Boyhood (Momentos de una vida) (Richard Linklater, 2014) El gran hotel Budapest (Wes Anderson, 2014) El viento se levanta (Hayao Miyazaki, 2013) La isla mínima (Alberto Rodríguez, 2014) Mr. Turner (Mike Leigh, 2014) Nebraska (Alexander Payne, 2013) Perdida (David Fincher, 2014) Sueño de invierno (Nuri Bilge Ceylan, 2014)
Ana CíscarUn año de gran cine
la-isla-minima-1Coincido, supongo que como todos, que este año 2014 ha sido un año de muy buen cine. En mi año cinematográfico sobre todo destacaría algunos títulos que se caracterizan por su sencillez, pero que son en realidad grandes películas, como el caso de Nebraska, Oh Boy!, o Frances Ha, casualmente todas ellas con una fotografía en blanco y negro impecable. Por otra parte, la presencia de la música. Para todos aquellos que disfruten con Nick Cave & The Bad Seeds, y en general para todos los creadores, el documental 20.000 días en la Tierra ha sido todo un regalo este año, junto con la última de los hermanos Coen y sus innumerables referencias a iconos como Bob Dylan o Hank Williams. También nombraría Jersey Boys  de Clint Eastwood y Alabama Monroe, que aunque considero que es una película digna pero bastante menor en comparación, seguro que no defraudó a los amantes de la música de raíces americana. Finalmente, me veo casi en la obligación de señalar el estreno televisivo True Detective. Para mí, la serie del año. Mis preferidas 20.000 días en la Tierra (Ian Forsyth y Jane Pollard, 2014) La isla mínima Frances Ha (Noah Baumbach, 2012) Enemy (Denis Villenueve, 2013) Dallas Buyers Club (Jean Marc-Vallée, 2013) Oh Boy! (Jan Ole Gerster, 2012) Her (Spike Jonze, 2013) Nebraska El lobo de Wall Street (Martin Scorsese, 2013) A propósito de Lewyn Davis
Ángel San MartínLa sal del cine
jimmys-hall-1El cine nos ha enseñado que los finales se identifican por el ritual que les acompaña. Los balances sobre lo mejor y lo peor de los 365 días transcurridos son una parte del ritual que acompaña el final de cada año. El cine, en sus diferentes facetas, no escapa tampoco a este juicio final. De hecho, según distintos activistas del balance, el pasado fue un año extraordinario para el cine, y también para el español. Lo que no queda claro en los comentarios es si el éxito lo reconoce únicamente el sector de la producción, el de la distribución, el de la exhibición, la excelencia de los equipos técnicos y artísticos o es la ciudadanía que acude a las salas cuando las entradas tienen amputado el IVA matón del 21%. Bueno, también podría ser que el presunto éxito del cine en el 2014 se deba a una conjunción de factores provenientes de esos sectores. Lo malo es que la fusión de los presuntos factores no queda representada en las cifras con las que los gestores gustan resumir el pasado.  A todo esto, ¿por qué les estoy contando algo que no es propiamente un balance de fin de año sobre el cine que, según creo, es lo que me han pedido? Es posible que haya comenzado con esas reflexiones por algo muy coyuntural: buscando un regalo en una tienda me tropecé con un libro titulado Posiciones en la enseñanza de E. Ellsworth (Akal,  2014). El índice me cautivó tanto que lo adopté como mi regalo de navidad. Y lo que ustedes se preguntarán es qué tiene que ver este libro con el balance sumarísimo que nos piden hacer aquí. La autora de este ensayo es una estudiosa del cine, campo del que toma la teoría de “el modo de direccionalidad” para tratar de explicar lo que sucede en las aulas y  aplicarlo al análisis de la enseñanza. No, no se preocupen, no les resumiré aquí los axiomas de dicha teoría. Sencillamente les diré que los datos de taquilla de una película y los premios cosechados durante un año dicen muy poco de esos productos cuantificados y mucho sobre lo transcurrido durante el lapso de tiempo evaluado. Incluso sería imprudente, según el libro citado, tomar a unas pocas películas como representativas del año clausurado. Uno de los postulados de la direccionalidad fílmica mantiene que en el acto de recepción de una película se fusiona lo social y lo individual, lo particular y lo colectivo. Se borran los límites entre lo uno y lo otro en favor de formas absolutamente imprevisibles. De modo que la lectura de este libro me permite hacer algunas observaciones sobre el año cinematográfico sin abusar de los “datos objetivos”. Por ejemplo, afirmar que las películas más vistas del año anterior dicen bastante del público. Por la misma razón que también dicen mucho de los productores, de los exhibidores y de las políticas culturales de este país. Si son esas las películas más vistas, entonces cabe pensar que la ciudadanía no acaba de superar la crisis, incluida la personal. Pues se trata de películas que, además de tributar a un IVA anticultura (el 21%), rinden tributo a lo identitario, aunque sea en términos jocosos. Pues crisis de identidad y de convicciones es lo que refleja esa película en la que una pareja de policías nos muestran que hacen bien su trabajo. O esa otra en la que un chico guapo se pavonea, haciendo de camello con una espectacular moto de agua, ante la chica guapa del lugar a la que lleva en el portabultos. Por no hablar de la “versión de chiste lepero”, en la que se convierten las peripecias de una chica vasca festejando su crisis matrimonial en Sevilla. Y puestos a ser quisquillosos con las identidades, hasta ese espectacular homenaje visual al fotógrafo Sebastián Salgado, escapa a la desconsideración hacia las igualdades de género o de raza. En fin, cuando unos hablan de las películas más vistas y otros comentamos las que más o menos nos han gustado, entre todos reconstruimos la direccionalidad al encuentro con el cine. Parafraseando el título de esa interesante película, aún en cartelera, el cine es la sal de la vida, y esperemos que también del año recién empezado. Inicio que aprovechamos para proclamar nuestra identidad: ¡Je suis Charlie! Mis preferidas Jimmy’s Hall (Ken Loach, 2014)
Relatos salvajes
(Damian Szifron, 2014)
La isla mínima
La sal de la tierra
(Wim Wenders, 2014)
Mil veces buenas noches
(Erik Poppe, 2013)
El gran hotel Budapest
Ocho apellidos vascos
(Emilio Martínez Lázaro, 2014)
Nebraska
El lobo de Wall Street
Philomena
(Stephen Frears, 2013)
Ángel VallejoEl año de McConaughey
el-viento-se-levanta-1Abandonamos el Segundo Año Triunfal del IVA al 21%, una medida tan ominosa como ineficaz en lo que a sus confesados —y probablemente inciertos— objetivos concierne. El aumento de la recaudación para el Estado ha sido ínfimo, pero en beneficiosa contrapartida para el Gobierno, muchas salas de cine y muchísimos exhibidores han tenido que bajar la persiana. Conseguir el objetivo de acogotar a los molestos cineastas también da como resultado un aumento del empobrecimiento y el paro (en 2013, se tuvo un 30% menos de público, 16% menos de recaudación bruta y un 22% menos de recaudación neta), pero esos parecen ser sacrificios mínimos en nombre de la domesticación del cinetariado. Hemos de esperar a los resultados finales de 2014 para evaluar en su conjunto esa nefasta política, pero a pesar de una probable mejoría este año —debida a la gran recaudación de filmes como 8 apellidos vascos, El niño, La isla mínima o Torrente 5— los daños objetivos a la industria son imposibles de maquillar, máxime si añadimos al sector audiovisual valenciano, con la puntilla que supuso a finales de 2013 el cierre de Canal 9 y cuyos resultados se han dejado sentir este año. Parecido resultado hemos tenido en cuanto a la producción cinematográfica, aunque ha de hacerse constar que una mala política cultural no puede en absoluto minar la iniciativa artística. La bajada cuantitativa de la producción no ha mermado la calidad de nuestro cine. No se puede matar la creatividad y el talento Así, paradójicamente, 2014 ha sido un año en el que a mi juicio han triunfado el cine español y el independiente; a los títulos españoles antes mencionados, debiéramos añadir películas como Boyhood, El gran hotel Budapest, Frank o Dallas Buyers Club. En honor al actor principal de ésta última, creo que 2014 ha sido el año de Matthew McConaughey, puesto que además de ganar el Oscar por esta cinta, protagonizó la serie True Detective,  y las películas El lobo de Wall Street e Interstellar. Para 2015 nos tiene prometidas grandes e interesantes producciones, tanto en lo independiente, junto a Gus Van Sant, como en lo comercial, con la adaptación de La Danza de la muerte de Stephen King. Mis preferidas Boyhood (Momentos de una vida) El viento se levanta El gran hotel Budapest Upstream Color (Shane Carruth, 2013) Perdida La isla mínima Al filo del mañana (Doug Liman, 2014) Dallas Buyers club A propósito de Llewyn Davis Frank (Lenny Abrahamson, 2014)
Carlos Losada¿Pocas o muchas imágenes perdurables?
mr-turner-1Pues, váyase a saber si 2014 tiene, cinematográficamente hablando, sentido o no. Porque lo cierto, al menos personalmente, es que quedan pocas imágenes en nuestra retina y aún menos en nuestra sensibilidad. De todas las películas citadas, y algunas me dejo para no cansar, se retienen secuencias puntuales, imágenes que aún recuerdo. Y esa sensación turbadora y hasta inquietante, de que el cine desde sus comienzos, ha avanzado mucho técnicamente, cierto; pero, en temas, tratamientos, insolencia, perspicacia, audacia, cotidianidad, entre otras, ha estado siempre en un quiero y no puedo. Y desde hace años, incluso retomando argumentos del pasado para captar al huidizo público, que cada vez acude menos a las salas. Así no se consigue tener audiencia, salvo los contados escarceos para andar por casa, y se corre el peligro de alejar todavía más a los espectadores que permanezcan fieles. Por tanto mi petición para 2015 es que, por favor, los que aún quedan vuelvan a hacer cine, así, sin mayúsculas, ni estereotipos. Eso deseamos Mis filmes preferidos Boyhood (Momentos de una vida) Mr. Turner Nebraska La sal de la tierra Dos días, una noche (hermanos Dardenne, 2014) A escondidas (Mikel Rueda, 2014) Adiós al lenguaje Trash: ladrones de esperanzas (Stephen Daldry, 2014) Vivir sin parar (Kilian Riedhof, 2014) Moliere en bicicleta (Philippe Le Guay, 2013)
Ferran RamírezTítulos que no llegan
winter-sleep-1Para empezar este resumen del año 2014, quien esto suscribe debe expresar su pesar porque dos de las mejores cintas del año no han sido aún estrenadas en España mientras que se han ido estrenando en el resto de países: Under the skin, de Jonathan Glazer, y el maravilloso animé The tale of Princess Kaguya corren el riesgo de no estrenarse en territorio español. Dado que no pueden figurar en mi particular listado de las mejores de 2014, debo honrarlas al menos mencionándolas en estas líneas. Dicho esto, uno celebra que el cine siga buscando nuevas formas de narración, y expresión, plasmación y sensación, que difieran de las estructuras tradicionales, aunque éstas por supuesto sigan siendo vigentes y nos proporcionen grandes obras. La convivencia del experimento con la narrativa clásica es la principal característica de la lista de mis 10 mejores. Y para alguien que suele renegar del cine español es un privilegio poder decir que este año de cine español que ya se ha cerrado puede darse con un canto en los dientes: primero, por lograr estrenar películas más interesantes que los prototípicos filmes malos de terror barato (que aún los hay, claro); segundo, por haber elevado la calidad e inventiva de la producción; y tercero, por haber logrado meter filmes españoles de calidad en festivales en los que han cosechado premios. Vamos por buen camino. Mis títulos del año Upstream color Sueño de invierno Boyhood (Momentos de una vida) Interstellar (Cristopher Nolan, 2014) Perdida El congreso (Ari Folman, 2013) La isla mínima Adiós al lenguaje The grandmaster (Wong Kar-Wai, 2013) El gran hotel Budapest
Francisco NietoPrecios e IVA
a-proposito-de-llewyn-davis-1La subida del IVA del 8 al 21 por ciento, de la que ahora se cumplen dos años, sigue dando jugosos dividendos para las arcas de Hacienda (23.1 millones de euros en concepto de IVA, aunque las partidas públicas dedicadas al cine siguen bajando en picado), mientras los pobres españolitos de a pie tenemos que dejarnos lo que no tenemos para poder apoyar a un cine tan denostado por las instituciones como es el nuestro. Un puñado de buenas películas (y algunas también infumables) y un taquillazo incontestable (que no es Torrente 5, aunque parezca mentira) salvan los muebles en un año en el que otros países vecinos como Francia (siempre Francia, qué envidia) han tomado decisiones drásticas y muy adecuadas con los tiempos difíciles que corren para apoyar a sus respectivas cinematografías que aquí estamos a años luz de comprender. El cine en las escuelas simplemente no existe (allí existe un sistema, Ecole et Cinema, que es para aplaudir y no parar), así que la formación de futuros cinéfilos tampoco. ¿Cuándo se darán cuenta de que es básico formar a los niños y jóvenes en este noble arte? Y para colmo, políticas como las de la Warner de no bajar los precios en taquilla ni en el día del espectador nos lleva a situaciones tan incoherentes como la de que una familia de cuatro miembros que quisiera ir a ver Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo en 3D un día cualquiera debía desembolsar la bonita cantidad de cerca de cuarenta euros, eso sin contar las palomitas o la Coca-Cola. Tal y como está el patio sigue siendo un milagro que las personas sigamos yendo al cine. Pero como sarna con gusto no pica, ahí estamos como un rebaño maltratando dejándonos parte del sueldo en ver cosas como Los Pitufos 6,  Los Mercenarios 8 o Fast and The Furious vete tú a saber. Menos mal que nos quedan los festivales y algunas plataformas on-line para poder ver cine diferente y desde luego mucho más interesante que la mayoría de blockbusters que hay que soportar. Ah, y ojito al 2015 porque China a la chita callando va expandiendo su poder y vamos a tener más de una coproducción jugosa y espectacular, incluyéndonos a nosotros, que el mes pasado firmamos un acuerdo a dos bandas para fomentar el trabajo conjunto entre ambas cinematografías. Los títulos preferidos A propósito de Llewyn Davis The Grandmaster El lobo de Wall Street Her El gran hotel Budapest El viento se levanta Carmina y amén (Paco León, 2014) Hermosa juventud (Jaime Rosales, 2014) Un toque de violencia (Jía Zang Ke) Sueño de invierno
Gala GraciaGrandes títulos
her-1El año 2014 ha estado repleto de grandes títulos, tanto a nivel nacional como internacional; desde la magnífica y tan esperada obra de Richard Linklater, Boyhood, hasta la inquietante y sobrecogedora Magical Girl de Carlos Vermut; junto con nuevos giros en el cine de ciencia ficción, en títulos como Her o Interstellar; así como críticas a la corrupción de la casa en Justi & Cía, o en thrillers que tocan el lado más gris de nuestra sociedad en El niño o La isla mínima. El humor ha tenido un gancho especial en un público que cada vez lo reclama con más ahínco, en momentos donde reírse es más que necesario para suavizar los problemas del día a día. Sobra destacar el taquillazo Ocho apellidos vascos, una comedia fresca con puntos muy divertidos. De Hispanoamérica nos llegó otro gran éxito, Relatos Salvajes, donde el humor negro demuestra haber superado todo tipo de barreras. No podía faltar el padre del cine, Hollywood, con una magistral interpretación de Bill Murray en la divertida St. Vincent. Ha habido también una gran afluencia del cine de acción, que se ha destacado por las secuelas, que tanto fidelizan a un gran público de masas. Es el caso de Los juegos del hambre: Sinsajo (Parte 1), El Hobbit: La batalla de los cinco ejércitos o Los mercenarios 3. Pero también Hollywood ha apostado por llevar a la pantalla momentos épicos de la historia bíblica, como es el caso de Noé o Exodus: Dioses y reyes. Sin duda se trata de un año de contrastes, de historias variadas, con nuevos y originales enfoques en algunos casos, o fieles a los esquemas de su temática en otros; pero que enriquece de igual modo el panorama cinematográfico, dotando al espectador de una mayor capacidad de elección. Una despedida por todo lo alto al 2014. Las películas destacadas Boyhood (Momentos de una vida) Her Relatos salvajes El gran Hotel Budapest Magical girl (Carlos Vermut, 2014) La sal de la tierra Begin again (John Carney, 2013) Gabor (Sebastian Alfie, 2013) Bajo la misma estrella (Josh Boone, 2014) La isla mínima
Gloria BenitoLa influencia de los maestros
nebraska-1Lo que me satisface y conmueve es constatar la influencia de los grandes maestros como Bergman en algún cineasta turco, lo que demuestra la universalidad del lenguaje cinematográfico y la eficacia del talento para explorar el interior del ser humano y sus conflictos vitales y existenciales. La importancia del devenir temporal como ingrediente esencial de la naturaleza del ser humano nos es mostrada con la contemplación de los cambios sucedidos en la vida de un muchacho, que se convierte en símbolo de las transformaciones familiares y sociales en que su vida se desenvuelve. Así, el mejor cine insiste en el análisis de los grandes temas como la corrupción del poder, los estragos de la vejez, y la muerte. También el sexo como fuente de conocimiento y elemento explorador de la naturaleza del hombre es sometido a nuestra consideración mediante la articulación de  discursos, distintos pero próximos, como son los del teatro y el cine, o el teatro dentro del cine. Los experimentos cinematográficos han sido frecuentes durante este año, desde la recuperación del blanco y negro para enfatizar la trágica situación, económica y cultural, de la América profunda, hasta la filmación prolongada en el tiempo del transcurso de una vida para construir un relato sincero y coherente. El cine español ha mostrado su solvencia en el arte de contar historias con un fondo negro y una buena caracterización de personajes, con una profundidad que no desmerece la tensión narrativa necesaria para suspender la atención del espectador. Las películas de acción, si trasladan algo más que el mero entretenimiento, son dignas de figurar entre las favoritas o las mejores. El suspense también puede derivar en arte cuando se integran con maestría la patología criminal, la inmoral manipulación de los medios de comunicación, y especialmente la televisión, y una demoledora concepción del matrimonio como escenario del más cruel ejercicio del dominio y del poder de la mujer sobre el hombre. Pero lo que no deja de asombrarme y provocarme una intensa emoción es la constatación de que el buen cine consiste en explicar los más escondidos y comunes conflictos de los hombres con un lenguaje elegante, sobrio y sencillo sólo en apariencia. Mi selección Al revisar mis recuerdos sobre el cine en este año 2014, me doy cuenta de las pelis que me he perdido. Por ello sólo voy a seleccionar seis como las que más me han gustado, aunque quizá no sean las mejores: Sueño de invierno Nebraska Boyhood (Momentos de una vida) Perdida La isla mínima La Venus de las pieles (Roman Polanski, 2013)
Israel PérezQuiero estrenos en casa
la-venus-de-las-pieles-1Cada día el cine está más lejos. La gasolina, los víveres previos o posteriores al evento y el precio, el elevado precio, el creciente precio de las entradas de cine complican la asistencia. Cada día, el cine es más caro y lamentablemente más insatisfactorio. El acto social de compartir película con otras personas es más desagradable. No nos respetamos los unos a los otros. Las señoras que comentan la película en voz alta, los jóvenes alborotadores, los hambrientos que arañan el cartón de palomitas creyendo que encontrarán un doble fondo o la madre que no tiene donde dejar a su bebe y entra con él a ver una película de terror. Mientras  pases por taquilla, todo vale. Nadie llama la atención a nadie, nadie te dice cuál es tu butaca. Pagas un buen dinero por ver y oír una película, que te pueden proyectar desenfocada mientras escuchas los efectos especiales de la película de la sala contigua. Todo ha cambiado, no sólo el precio, y nadie parece darse cuenta. No quiero que desaparezcan las salas de cine, pero quien las disfrute así allá él. Estoy preparado: tengo un sofá cómodo, un buen televisor, conexión a internet y una tarjeta de crédito. Quiero ver estrenos de cine en casa y estoy dispuesto a pagar. No creo que sea el único. ¿A qué esperan? Las películas seleccionadas A propósito de Llewyn Davis La Venus de las pieles Nebraska Boyhood (Momentos de una vida) Perdida Her El hombre más buscado (Anton Corbijn, 2014) Black coal (Diao Yinan, 2014) Enemy Un toque de violencia
Jorge LázaroAño de buen cine
interstellar-12014 ha sido un año de buen cine en nuestras salas. Es más, ha sido un año de cine sobresaliente, siguiendo la estela del año pasado, y lo ha sido en la gran mayoría de sus géneros. Espectadores de cualquier tendencia han podido disfrutar de apuestas importantísimas, una buena mayoría de ella tan esperadas como bien resueltas, en ámbitos tan dispares como el cine de autor, el documental, o el blockbuster más espectacular de nuestros días. Así, estos han sido unos meses que han visto el regreso de directores que hoy en día son un pilar del séptimo arte: algunos de las últimas décadas, como los hermanos Coen (con A propósito de Llewyn Davis), Aronofsky (y su extraña llegada al cine más comercial con Noé), Fincher (con el thriller Perdida), Linklater (renovando la forma con Boyhood) o Nolan (con la tremendamente ambiciosa y por ello mismo muy polémica Interstellar); y otros ya verdaderas leyendas: Ridley Scott atacaba la épica bíblica con Exodus: Dioses y reyes, Scorsese traía El lobo de Wall Street, Miyazaki se despedía del mundo del cine con la preciosa El viento se levanta (meses antes de llevarse el Oscar honorífico), y el incombustible Godard presentaba ese experimento que tanto honor hace a su título de Adiós al lenguaje. Todos ellos se han combinado con una fuerte apuesta por el cine documental, especialmente centrado en figuras del ámbito musical (Antonio Vega, Paco de Lucía, Nick Cave…), o con una serie de blockbusters de factura impresionante (El amanecer del planeta de los simios, Capitán América: El Soldado de Invierno, X-Men: Días del futuro pasado, o la divertidísima Guardianes de la galaxia). Incluso en este ámbito apuestas como la de Noé han pretendido aportar algo más a un género trillado y del que no se esperaban muchas sorpresas. Y lo mismo ha ocurrido con el cine en español, que ha triunfado entre crítica y público con Ocho apellidos vascos, El niño, La isla mínima, Magical girl, o la coproducción hispano-argentina Relatos salvajes. Obviamente, también ha habido mal cine. Eso siempre es de esperar, dado el elevado volumen de títulos. Pero en general, 2014 ha sido un año de buen cine. Ha sido un año de apuestas arriesgadas, casi todas llevadas a buen puerto; ha sido un año de calidad y variedad. Ha sido un año de renovación, experimentación y valor. Un año en que el cine ha sido cine, de verdad. Top 10 El viento se levanta Interstellar Dallas Buyers Club El congreso A propósito de Llewyn Davis Nebraska Her Perdida Relatos salvajes Guardianes de la galaxia (James Gunn, 2014)
Juan de PablosBuen cine documental
perdida-12014, es un año en el que se ha acentuado el declive del cine norteamericano, aunque con excepciones muy estimables, como pueden ser los casos de Boyhood, Nebraska o Perdida. Un segundo rasgo a señalar es el gran éxito comercial de varias películas españolas, como Ocho apellidos vascos, El niño o La isla mínima. Y finalmente, señalar el éxito del género documental, con películas en las salas comerciales como La sal de la tierra o Sacro Gra. Los títulos escogidos Nebraska Boyhood (Momentos de una vida) Her La isla mínima Perdida La entrega (Michael R. Roskam, 2014) Relatos salvajes Mr. Turner La sal de la Tierrra Sacro Gra (Gianfranco Rosi, 2013)
Juan Francisco Alvárez
El viento se levanta
Boyhood (Momentos de una vida)
El gran hotel Budapest
Interstellar
Perdida
Sueño de invierno
Adiós al lenguaje
Lucy
(Luc Benson, 2014)
Mr. Turner
La isla mínima
Juan Ramón GabrielMucho y variado cine
sacro GRA-1La corriente cinematográfica de este recién fenecido 2014 ha sido bastante caudalosa. En su nacimiento, se sitúa la irreverencia provocativa de Lars von Trier, que con su afán por arremeter contra los lugares comunes del imaginario (ético y moral) occidental se deja arrastrar por su omnívora megalomanía con la excusa de la ninfomanía de su protagonista. Demasiadas manías. En la desembocadura, la última obra de Mike Leigh, un retrato del mayor retratista de paisajes (marinas) de la pintura inglesa del XIX. El personaje de Turner le sirve al director para diseccionar la intrahistoria del artista (un autodidacta hecho a sí mismo), así como sus demonios familiares e interiores, en arduo combate y contraste con la sociedad victoriana que le tocó padecer. Entre medias, la meta reflexión de Polanski, una película con ropajes teatrales para, igual que Leigh, hurgar en las negras simas del corazón del artista, con la excusa erótica —igual que von Trier— de una de las novelas fundacionales del erotismo. De Polonia llegó Ida, una recreación de unos tiempos y de una época tan fríos como los paisajes en que se desenvuelve la trama, tan dura como el telón de acero que atrapa a los personajes. Ese canto a la vida a través de los acordes de la op. 41 de Mozart, la sinfonía Júpiter (uno de los elementos culturales que Woody Allen enumeraba como imprescindibles en la lista cultural y vital del protagonista de Manhattan), clausurada con un paradójico salto al vacío, reflejo del que habitaba en el interior del personaje y en la sociedad circundante. El único refugio: Dios. Con la perfección técnica característica del cine inglés, el actor Ralph Fiennes montaba un homenaje íntimo e intrahistórico a Dickens, para realzar el papel de las mujeres de la época, para reivindicar su visibilidad desde nuestros días. La puesta en escena está a la altura pictórica de Mr. Turner. Begin Again es un gozoso canto al amor y a sus dificultades, es un homenaje a la alegría de vivir, que la película destila por todos sus fotogramas. Una bellísima Keira Knightley resplandece dentro de una historia narrada también a partir de una maravillosa banda sonora. Desde Italia, con una perspectiva entomológica, nos llegó el pseudodocumental Sacro Gra, una mirada tan fría como humana sobre un grupo de personajes situados en la periferia social —que no en el perímetro de la marginación—, pobladores de una circunvalación vital a la que el metafórico título hace referencia. La isla mínima se eleva como la mejor producción del cine español de la última década. Una película que pretende hacernos recordar los miedos y esperanzas que nutrían el ánimo de los españoles allá por el lejano —¿seguro?— 1980, imbuida con la vestimenta de un thriller, con un retrato sobrio, conciso y profundo de todos los personajes y de su entorno. En Perdida, David Fincher estira en demasía todos los trucos del maestro Hitchcock para urdir una película llena de trampas, las cuales llegan a subsumir el cauce principal: la sinuosa aventura del matrimonio, de la relación —de poder— en pareja. La sombra de Rebeca es alargada, pero no superada. Por último, mencionar ciertos afluentes —exiguos— que nutren las aguas de este caudal cinematográfico: Nebraska y Boyhood. Tal vez sería necesaria una segunda navegación por su corriente, pero a quien esto escribe la primera le resultó una apología de los elementos más conservadores y castradores de la familia (algo ya meridianamente claro en su anterior trabajo: Los descendientes), mientras que la segunda disfraza un retrato también familiar con elipsis reales: el tiempo real ha de hacerle la faena al tiempo del discurso. En fin, errare Humanum est. Las diez preferidas Mr. Turner Perdida La isla mínima Sacro Gra Boyhood (Momentos de una vida) Begin again The invisible woman (Ralph Fiennes, 2013) Ida (Pawel Pawliskoski, 2013) La Venus de las pieles Nymphomaniac (Lars von Trier, 2013) philomena-2
Laura BondíaSobre todas Adiós al lenguaje
La reflexión y el pensamiento sobre el tiempo han parecido ocupar parte de la temática del cine que hemos visto en el 2014. No sólo lo hemos podido ver explícitamente en Boyhood, sino en películas de carácter más futurista-ficcional como Interestellar o Lucy. Sin embargo, si hay una película que puede llegar a transmitir lo que Gilles Deleuze llamaba la imagen directa del tiempo es sin duda Adiós al lenguaje de Godard. Si Deleuze hubiera visto este film pienso que hubiese visto en ella buena parte de lo que intentó dar a pensar en su fascinante libro La imagen-tiempo Los títulos escogidos Adiós al lenguaje Mr. Turner Philomena Boyhood (Momentos de una vida) El gran hotel Budapest Dallas Buyers Club Nebraska Her
Luis TormoLugares y paisajes
el-gran-hotel-budapest-1A propósito de Llewyn Davis, Boyhood, Nebraska, El lobo de Wall Street y Perdida retratan, desde los años 60 hasta la actualidad, la realidad que subyace por debajo de un país, EEUU. Desde la imagen superficial hasta las entrañas de la sociedad (des)compuesta por hitos y fracasos. Alabama Monroe y Sueño de invierno nos hablan desde otras perspectivas geográficas (Bélgica y Turquía) de temas que por su tratamiento son universales. La minuciosa descripción del fracaso de la institución matrimonial, provocado por diferentes causas,  nos deja una imagen pesimista y bella de esa derrota. Y dos cineastas que con cada película nos recuerdan que siempre están ahí con un tratamiento visual absolutamente personal de los temas. En El gran hotel Budapest, Anderson profundiza en cada plano para resaltar el mayor enfoque estético; mientras que Jaime Rosales, con ese estilo casi documental, retrata un negro panorama de la hermosa juventud y de un país que ha sido (y sigue) siendo golpeado por la crisis y por las medidas impuestas para solucionar esa misma crisis. Y como elemento que aúna tres grandes películas de este 2014, el paisaje. El paisaje integrado como protagonista esencial, el paisaje como elemento que envuelve el drama, paisajes abiertos, paisajes aislados, paisajes urbanos, paisajes que nos recuerdan lejanamente el tratamiento clásico del western. Paisajes que conforman Nebraska, A propósito de Llewyn Davis y Sueño de invierno Los nueve títulos preferidos Sueño de invierno Perdida Boyhood (Momentos de una vida) El gran hotel Budapest Alabama Monroe (Felix van Groeninger, 2012) Nebraska El lobo de Wall Street A propósito de Llewyn Davis Hermosa juventud
María GonzálezDifícil selección
mi-otro-yo-1Un año más la familia de Encadenados afronta la ya tradicional elaboración de la lista de nuestras películas favoritas. Particularmente, este 2014  ha resultado un tanto complicado realizar la votación, puede que en parte por la coincidencia de acertadas elecciones personales, en general ha habido un gran número de películas muy recomendables. Salvo algunas excepciones, aunque sin sorprenderme, puesto que ya iba predispuesta a ver una hamburguesa cinematográfica. Sin embargo, otras como El extraordinario viaje de T. S. Spivet, de la que esperaba muchísimo más, han resultado un tanto decepcionantes, debido en buena parte a una elevada expectativa que había puesto en ellas. Pero, sin lugar a dudas, 2014 ha sido un gran año cinematográfico, con aspectos memorables como la sorprendente fotografía de El gran hotel Budapest, que se mantendrá entre los recuerdos de todo aquel que la vea. Esperemos que este recién estrenado 2015 se mantenga en la  línea de su predecesor. Seis títulos Mi otro yo (Isabel Coixet, 2014) El abuelo que saltó por la ventana y se largó (Felix Hermgren, 2013) El viento se levanta Boyhood (Momentos de una vida) El gran hotel Budapest Perdida
Marcial MorenoDestacando…
Hay sido un buen año de cine, y hasta el cine español ha estado por encima de lo que nos tiene acostumbrados, pero hay que destacar dos películas sobre las demás. En primer lugar Sueño de invierno, mi mejor película del año, la que nos confirma a Nure Bilge Ceylan como uno de los grandes. Es una pena que su larga duración, su exótica procedencia y la consecuente mala distribución y exhibición impidan una audiencia mayor. Y por otra parte Big eyes, la última entrega de Tim Burton. Sin abandonar sus claves de siempre nos entrega un formato en el que se reconoce una deriva hacia el clasicismo que no sólo nos reconcilia con él tras algunas dudas, sino que siembra una esperanza ilusionante. Mis diez títulos preferidos Mr. Turner Magical Girl Sueño de invierno Boyhood (Momentos de una vida) Un toque de violencia Hermosa juventud Frances Ha El Gran Hotel Budapest Nebraska Big eyes (Tim Burton, 2014)
Miguel Ángel CiscarAño de buenas películas y buenas series televisivas
el-lobo-de-wall-street-1Este año como se ha comentado ha sido un buen año de cine, y quisiera destacar el género negro por el que tengo especial debilidad, siendo para mí la mejor película del año La isla mínima, un ejemplo de puesta en escena y de acercamiento a una época convulsa. También El niño, que sin alcanzar la profundidad de la anterior es un ejercicio vibrante de acción muy de agradecer en nuestro cine. El hombre más buscado, Caminando entre las tumbas o Perdida es cine algo más convencional pero que nos acerca de forma seria a las zonas más turbias y oscuras de nuestras atribuladas vidas. No podría dejar de destacar el disfrute que me han proporcionado series televisivas como Fargo, True Detective, Homeland, Breaking bad o Penny Dreadful, sin duda consiguen (por su extensión y su estructura intrínseca) una mayor profundidad y análisis de personajes que la mayoría de los films que podamos ver en las salas de cine. Los diez títulos A propósito de Llewyn Davis El lobo de Wall Street Her Dallas Buyers Club Carmina y Amén Locke (Steven Knight, 2013) El hombre más buscado Boyhood (Momentos de una vida) La isla mínima Musarañas (Juanfer Andrés y Esteban Roel, 2014)
Milagros LópezUn homenaje a Buñuel y al surrealismo
solo-los-amantes-sobreviven-0 Un ejercicio que practicaban, a menudo, los surrealistas era escribir sin el dictado que impone la razón para dejar que el subconsciente fluyera en libertad, poniendo al descubierto las ideas, deseos… o sentimientos más profundos. En un año tan notable a nivel cinematográfico, tanto a nivel nacional como internacional, era difícil hacer una lista, puramente reflexiva, que no descartara un título para incluir otro; por eso, en homenaje a Buñuel (que estos meses preside nuestro Rashomon) y a los surrealistas, he preferido hacer un ejercicio de escritura automática, de los que proponía Breton, empezando por una letra cualquiera. He elegido la A (aquí he hecho trampa) y he escrito sin parar los títulos de todas las películas que más me habían gustado hasta que ya no me acordaba de más. Estas son las diez primeras (aunque no ordenadas). Si mi subconsciente las ha elegido por algo será. Adios al lenguaje Mr. Turner Boyhood (Momentos de una vida) Un toque de violencia Solo los amantes sobreviven El gran hotel Budapest La isla mínima Nebraska Oh, boy Ida He empezado por Adíos al lenguaje porque es, sin duda, para mí la mejor película del año con diferencia. Cine de ideas, no narrativo, puro, fresco y reflexivo. Como si del mordisco de un vampiro se tratara, no sabría describir la excitación intelectual que me produjo mientras la veía y la emoción que me produce recordarla. Un placer melancólico y revulsivo, conceptual y profundo, inoculado directamente en el espíritu y las neuronas por este inquieto sabio maestro al que le apasiona seguir experimentando con el vértigo de la creación. En el tintero se han quedado Hermosa Juventud, El lobo de Wall Street, Shirley-Visiones de la realidad… películas que me gustaron tanto como las diez primeras, y otras también muy interesantes como 10.000 KMBlack coal o The congress, etc. Todas ellas películas diferentes, de esas que siguen aportando algo al lenguaje cinematográfico y al espectador, a pesar del juicio pesimista de Godard.
Mr. KaplanApostando por lo menos conocido
open-windows-1Este cronista sigue prefiriendo una puesta en escena clásica (Las dos caras de enero, La isla mínima), pese a que algunos de los grandes títulos del año han venido de la mano de la renovación en el planteamiento visual o narrativo, tanto si esta apuesta la realiza un veterano (El lobo de Wall Street), como uno menos laureado (El gran hotel Budapest) o un director con apenas un par de títulos (Open Windows). Y ya puestos a apostar por la variedad, el punto de vista ha sido uno de los grandes protagonistas del año (Masie, Open Windows, El lobo de Wall Street) e incluso la recuperación de fórmulas de otras décadas (Nebraska, Anarchy), un cine que ya no se lleva y quizá por eso ya no se valora. En general, un año de cine notable, en el que dejo fuera títulos consagrados de Miyazaki, Polanski y otros grandes, sencillamente porque esos sé que estarán en muchas quinielas; prefiero apostar por otros que pocos han visto… y convendría revisar, aunque sea en DVD. Diez títulos por orden de estreno El único superviviente (Peter Berg, 2013) El lobo de Wall Street ¿Qué hacemos con Maisie? (Scott McGehee y David Siegel, 2012) Nebraska El gran hotel Budapest Las dos caras de enero (Hossein Amini, 2014) Open Windows (Nacho Vigalondo, 2014) Anarchy: la noche de las bestias (James DeMonaco, 2014) La isla mínima Perdida
María Paula RíosDe Jarmusch a Carney
mommy-1Este año me di cuenta que Jarmusch no me deja de sorprender, sus vampiros románticos y melómanos escapan de todo lugar común. Dolan sigue tocando variaciones de un mismo tema, explorando el melodrama con intensidad y nervio. También vimos a un Scorsese al límite, que se puede dar el lujo de manifestarse en su máxima expresión porque es un gran director. Y para finalizar, debo confesar que me enamore, literalmente, de la musicalidad, y de esa declaración de honestidad y sensibilidad que concibe John Carney en su Begin again. Los diez títulos Mommy (Xavier Dolan, 2014) Magical Girl Boyhood (Momentos de una vida) Begin Again Sólo los amantes sobreviven Viva la libertad (Roberto Andó, 2013) El gran hotel Budapest Her Nebraska











































































































































































































































































































sábado, 3 de enero de 2015

The Possession

 poses
 

The Possession  - 2012

Director: Ole Bornedal
Writers: Juliet Snowden, Stiles White
Stars: Natasha Calis, Jeffrey Dean Morgan and Kyra Sedgwick


Argumento

En este caso, la trama va de una subasta en la que se encuentran una antigua caja de madera que, supuestamente, contenía en su interior un dibbuk, que es un espíritu malvado de tradición judía.
A partir de ahí y sin saber cómo, ha surgido esta película, otra propuesta de niña poseída ¿por qué siempre son chicas? por un ser diabólico, lo que hace algo distinta esta película es la procedencia judía del espíritu en vez del tan manido demonio de origen cristiano, y que el punto de partida sea un objeto, aparentemente, inofensivo (la dichosa caja).
El resto, lo mismo, con alguna que otra cosa que resalta, todas las culturas y todas las religiones tienen su propio catálogo de seres sobrenaturales. Tan sólo es cuestión de rebuscar bien entre leyendas populares y libros de mitología para encontrar buen material para una película de terror.
De cajas malditas o peligrosas tampoco anda corta la cinematografía de género.
En el caso que nos ocupa no se trata tanto de un objeto maldito en sí mismo sino de un recipiente que contiene o, mejor dicho, retiene a un espíritu maléfico.
Evidentemente, abrir la caja significa liberar a dicho ser, y eso trae consecuencias desastrosas para la inocente Emily, que pasa de ser una niña cándida y preocupada por el mundo que le rodea a ser una cría triste, antisocial y violenta.
La obsesión de Emily por la caja acaba levantando sospechas en su padre (no es para menos), que tratará por otras vías menos convencionales de ayudar a su hija antes de que sea demasiado tarde.
Aunque en éstos casos siempre me cuestiono el poco escepticismo de los protagonistas y cuán ‘fácilmente’ acaban aceptando ‘la posibilidad sobrenatural’ como la causa de todos sus males.

Fotos







viernes, 21 de noviembre de 2014

Cabin in the Woods


Dos técnicos en una sofisticada planta industrial-Richard Sitterson (Richard Jenkins) y Steve Hadley (Bradley Whitford)- se están preparando para una operación desconocida, una de varias teniendo lugar en todo el mundo. Mientras tanto, cinco estudiantes universitarios-Dana (Kristen Connolly), Curt (Chris Hemsworth), Jules (Anna Hutchison), Marty (Fran Kranz), y Holden (Jesse Williams)- van de vacaciones a una remota cabaña en el bosque, mientras que los técnicos los observan con cámaras ocultas. A través del diseño de la cabaña, el uso de sofisticados controles ambientales y la liberación de drogas en el aire que alteran el humor, los técnicos manipulan el medio ambiente asemejándolo a un arquetipo de terror bastante común, un punto que se hace ver varias veces en la propia película. Estos cambios en general, reducen la inteligencia de los estudiantes, al tiempo que aumenta la libido sexual y la falta de precaución. Los amigos se establecen en la cabaña mientras los observadores técnicos hacen apuestas sobre qué escenario de terror seleccionaran estos sin darse cuenta.

Lucy


Lucy interpretada por la sexy Scarlett Johansson es una joven estadounidense que reside en Taiwan y a la que su novio engaña para que entregue en su nombre un maletín. Lo que Lucy no sabe es qué contiene ese maletín ni que su receptor es un mafioso coreano llamando Jang (Choi Min-sik) que pretende introducir una nueva droga en el mercado europeo y americano: CPH4. Esta sustancia se genera durante el embarazo para lograr el rápido crecimiento de los huesos y músculos del bebé. Como ocurre con otros tres desconocidos, Lucy es retenida y le introducen en su abdomen una bolsa con dicha droga. A diferencia de los otros tres retenidos, Lucy es golpeada por uno de sus captores y la bolsa con droga se rompe, exparciéndose por todo su cuerpo y cambiándola para siempre. De repente, es capaz de utilizar el 40% de su actividad cerebral. Es decir, es capaz de hablar y escribir chino, recordar los olores de sus primeros días de vida e incluso cuando acude a un hospital a que le quiten la bolsa de droga no necesita de anestesia ya que su cerebro controla el dolor.

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