Sinopsis: Sutter Cane, Un famosísimo escritor de terror, ha desaparecido y la publicación de su próximo libro peligra, por lo que su editorial contrata a un investigador de seguros para encontrarlo, pero para hacerlo deberá enfrentar el horror de las historias de Cane.
Impresión Inicial: Pocas películas han “comprendido” tan bien a H.P. Lovecraft como esta.
Guión y Desarrollo: Pese a lo que muchos suelen pensar o decir al respecto, los escritos de H.P. Lovecraft no son sobre criaturas reptantes e incomprensibles y malignos dioses primigenios, sino sobre la fragilidad de la mente humana al enfrentar aquello que está más allá de su comprensión, y de esa forma In The Mouth of Madness es perfecta.
Trent y Linda, los personajes protagonistas no estan enfrentando realmente a las deformes criaturas y seres humanos enloquecidos, estan enfrentando la locura producida por el conocimiento de su existencia. La dinámica entre ambos es algo típica; Ella se da cuenta inmediatamente que algo extraño está pasando en el pueblo al que acaban de llegar y que está relacionado con los libros de Sutter Cane, mientras él se mantiene escéptico y trata de encontrar una explicación racional a lo que ocurre, tratando de aferrarse la más posible a su cordura. Por lo general, una película así trata de mantener las causas del horror ocultas y misteriosas, pero aquí Carpenter nos muestra a las criaturas en todo su esplendor en los momentos precisos para desconectarnos y asombrarnos.
No todo es tan maravilloso, eso si, durante la estadía de los personajes en el pueblo, el ritmo se vuelve extraño y las situaciones que ocurren alrededor de ellos pierden bastante el sentido. Esto, claro, es explicado por la trama y encaja dentro de la historia, pero la sensación de que estamos viendo una película desconectada, así sea por breves momentos, permanece allí. También hay secuencias totalmente ridículas, como cuando Trent trata de huir del pueblo en automóvil.
Inicialmente, la trama de unas historias de terror que se hacen realidad, no es nada especial, de no ser por la narrativa tan “meta” que tiene el film, que al final pretende introducir la experiencia del espectador como parte misma de una historia que poco a poco adquiere un tono más apocalíptico y que nos hace pensar sobre la naturaleza misma de las historias de terror.
Aspectos técnicos: Este es un John Carpenter finalizando su época de maestro del horror, una de sus últimas grandes películas, y aunque no es un canto de cisne, sigue siendo un derroche de calidad técnica y visual, sorprendente de principio a fin. Las criaturas lucen increíbles y mantienen ese look desagradable y “tentaculoso” con que las describía Lovecraft, en contraste con los escenarios limpios y agradables de un pequeño pueblo americano (aunque si hay un par de escenarios que llegan a destacar por su diseño luego).
Aunque esa banda sonora rockera tan ochentera no le cuadra del todo, son canciones bastante buenas al escucharse por sí solas, especialmente la del principio y final.
Actuaciones: Nada que temer cuando se cuenta con Sam Neil y Julie Carmen como la pareja protagonista, incluso tenemos a Charlton Heston en un pequeño (aunque poco memorable) papel! en el papel de Sutter Cane tenemos a Jürgen Prochnow, que cumple con lo que se espera del excéntrico escritor... pero le queda faltando, aunque no se exactamente que. Tal vez en el fondo quería que el papel fuera un super cameo como Stephen King o Clive Barker... pero esta bastante bien.
Reflexiones (con spoilers, ojo!): Ese final, en que Trent ve la misma película que nosotros estamos viendo, con el mismo como el actor principal, es uno de los mejores ejemplos de meta-narrativa que hay en el cine (incluso en la marquesina se alcanza a ver que el director de este meta-film es John Carpenter). La forma en la que es usada esta narrativa aquí encaja a la perfección porque desde varias escenas atrás ya dudábamos que el mismo Trent no fuera más que un personaje del libro de Cane (como obviamente también lo era Julia). Esto tiene muchas más implicaciones de lo simple aparente, pues dado que todo parecía ser una ficción escrita por Cane, pero narrada a el por otros seres, nosotros mismos, esta realidad, al formar parte del film mediante la inclusión de si mismo en si mismo (aja, me siguen), también sería parte, nosotros incluidos, de la narración de estas criaturas.
Impresión Inicial: Pocas películas han “comprendido” tan bien a H.P. Lovecraft como esta.
Guión y Desarrollo: Pese a lo que muchos suelen pensar o decir al respecto, los escritos de H.P. Lovecraft no son sobre criaturas reptantes e incomprensibles y malignos dioses primigenios, sino sobre la fragilidad de la mente humana al enfrentar aquello que está más allá de su comprensión, y de esa forma In The Mouth of Madness es perfecta.
Trent y Linda, los personajes protagonistas no estan enfrentando realmente a las deformes criaturas y seres humanos enloquecidos, estan enfrentando la locura producida por el conocimiento de su existencia. La dinámica entre ambos es algo típica; Ella se da cuenta inmediatamente que algo extraño está pasando en el pueblo al que acaban de llegar y que está relacionado con los libros de Sutter Cane, mientras él se mantiene escéptico y trata de encontrar una explicación racional a lo que ocurre, tratando de aferrarse la más posible a su cordura. Por lo general, una película así trata de mantener las causas del horror ocultas y misteriosas, pero aquí Carpenter nos muestra a las criaturas en todo su esplendor en los momentos precisos para desconectarnos y asombrarnos.
No todo es tan maravilloso, eso si, durante la estadía de los personajes en el pueblo, el ritmo se vuelve extraño y las situaciones que ocurren alrededor de ellos pierden bastante el sentido. Esto, claro, es explicado por la trama y encaja dentro de la historia, pero la sensación de que estamos viendo una película desconectada, así sea por breves momentos, permanece allí. También hay secuencias totalmente ridículas, como cuando Trent trata de huir del pueblo en automóvil.
Inicialmente, la trama de unas historias de terror que se hacen realidad, no es nada especial, de no ser por la narrativa tan “meta” que tiene el film, que al final pretende introducir la experiencia del espectador como parte misma de una historia que poco a poco adquiere un tono más apocalíptico y que nos hace pensar sobre la naturaleza misma de las historias de terror.
Aspectos técnicos: Este es un John Carpenter finalizando su época de maestro del horror, una de sus últimas grandes películas, y aunque no es un canto de cisne, sigue siendo un derroche de calidad técnica y visual, sorprendente de principio a fin. Las criaturas lucen increíbles y mantienen ese look desagradable y “tentaculoso” con que las describía Lovecraft, en contraste con los escenarios limpios y agradables de un pequeño pueblo americano (aunque si hay un par de escenarios que llegan a destacar por su diseño luego).
Aunque esa banda sonora rockera tan ochentera no le cuadra del todo, son canciones bastante buenas al escucharse por sí solas, especialmente la del principio y final.
Actuaciones: Nada que temer cuando se cuenta con Sam Neil y Julie Carmen como la pareja protagonista, incluso tenemos a Charlton Heston en un pequeño (aunque poco memorable) papel! en el papel de Sutter Cane tenemos a Jürgen Prochnow, que cumple con lo que se espera del excéntrico escritor... pero le queda faltando, aunque no se exactamente que. Tal vez en el fondo quería que el papel fuera un super cameo como Stephen King o Clive Barker... pero esta bastante bien.
Reflexiones (con spoilers, ojo!): Ese final, en que Trent ve la misma película que nosotros estamos viendo, con el mismo como el actor principal, es uno de los mejores ejemplos de meta-narrativa que hay en el cine (incluso en la marquesina se alcanza a ver que el director de este meta-film es John Carpenter). La forma en la que es usada esta narrativa aquí encaja a la perfección porque desde varias escenas atrás ya dudábamos que el mismo Trent no fuera más que un personaje del libro de Cane (como obviamente también lo era Julia). Esto tiene muchas más implicaciones de lo simple aparente, pues dado que todo parecía ser una ficción escrita por Cane, pero narrada a el por otros seres, nosotros mismos, esta realidad, al formar parte del film mediante la inclusión de si mismo en si mismo (aja, me siguen), también sería parte, nosotros incluidos, de la narración de estas criaturas.
”Y si solo somos el sueño de un ser superior, que pasará con nosotros cuando despierte?”
CALIFICACIÓN: 8/10
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