El hermano de Ridley Scott, Tony Scott, filmó con un estilo visual especial, fascinante y exquisito un relato de vampiros de nueva generación(hablo a principio de los 80) que pretendía romper con lo hecho anteriormente, como el Dracula de 1979.
Ahora el vampirismo entraba en la época de los 80, del pop, del videoclip, de lo fashion, de lo gótico. El tema original con el que arranca el film en el interior de una discoteca, Bela Lugosi's dead, de Bauhaus es toda una declaración de principios sobre como se situa y ambienta el relato.
El relato se situa en el New York de principios de los 80. Una vampira, interpretada por la guapa y elegante actriz francesa Catherine Deneuve, tiene como amante a un vampirizado, David Bowie, un violinista que encontró en Francia dos siglos atrás.
La historia es que mientras ella lleva siendo una vampira desde los tiempos del antiguo Egipto, sus amantes terminan consumiéndose por el ansia vampírica y terminan envejeciendo subitamente y convirtiéndose en zombies, que reposan en ataudes.
Tras dos siglos eso sucede con el amante de la vampira y decide llevarlo a una doctora interpretada por Susan Sarandon, experta en envejecimiento, con la esperanza de que las nuevas tecnologías y ciencia sean capaces de detener o revertir ese fenómeno.
Pero nada puede frenar ese envejecimiento y Bowie acaba seco como un cactus al sol, metido dentro de un ataud, dejando el terreno libre para que la doctora y la vampira se monten una relación lésbica-vampírica...
La película es interesante. Igual lenta, demasiado lenta, pero creo que mas que lenta es que su atmósfera es intencionada, al igual que su ritmo.
El final es sorprendente pues los numerosos amantes de la vampira Miriam que ha tenido a lo largo de milenios resucitan como zombies, malditos, que la buscan a ella...
El film tuvo un presupuesto de 10 millones de dólares y recaudó 4, siendo un completo fracaso en taquilla. Hubo un crítico de aquel entonces que calificó el film como "mala y agonizante película de vampiros".
Para mí es un título que hay que reivindicar pues realmente es digno de culto. Es más, es un título de culto en muchos círculos de amantes del vampirismo y de lo gótico.
Igual que ritmo de lenguaje narrativo no fue el adecuado, pero es innegable que fue un film visionario en cuanto a como evolucionaría el género y como no, las tribus urbanas. Al menos tiene personalidad e intentó ser diferente a todo lo visto hasta entonces: los vampiros pueden estar a la luz del sol y no muerden, sino que cortan los cuellos con pequeñas cuchillas.
Yo lo considero el primer film de vampiros moderno y que hizo evolucionar el género adaptándolo a los nuevos tiempos, rompiendo con los desgastados clichés de la Hammer, que se repetían una y otra vez sin sentido ni imaginación, década tras década.
Un título INDISPENSABLE. Solo para amantes de los bocados exquisitos.