Mucho no hay que decir sobre este film rodado en Texas, USA, en el que una chavala es violada por un grupo de obreros de la construcción cachondos, y tras la violación colectiva, un misterioso asesino empieza a vengarse de dichos obreros.
El asesino o asesina va vestido con ropas de camuflaje militares, botas negras y lleva un casco de motorista cuya visera esta cubierta por cinta negra, que imposibilita ver su rostro (ok por la idea pero seguro que te pones a correr por un bosque con ese casco puesto y te pegas mas hostias que un tonto aprendiendo a llevar una bicicleta).
El serial killer utiliza como arma no un hacha o una sierra mecánica sino una pistola de clavos con los que acribilla a clavo limpio a sus víctimas.
Por lo demás actores y actrices muy amateurs, actuaciones por lo general de pena, diálogos bochornosos, una trama sin imaginación, y una película que en realidad es amateur, pero que se estrenó en circuitos comerciales ávidos de productos violentos en plena vorágine slasher de los 80.
Comentar como detalle informativo aclaratorio que el diseño del serial killer está MUY INSPIRADO en el protagonista del films de 1980, El exterminador, protagonizado por Robert Ginty, que hacía de un justiciero urbano veterano de la guerra del Vietnam.
Por lo demás un título sin mucho mas que decir, con algunos desnudos, situaciones ridículas (el tipo que se cae sobre la barbacoa quemándose como una chuleta, tras ser alcanzado por la pistola de clavos), etc...
Impagable el detalle final del asesino saltando de una cinta transportadora (se supone que salta desde muy alto) y el actor o especialista cuando cae debajo del ángulo de toma de la cámara, rebota en el colchón y se ve como sus piernas salén de nuevo hacia arriba (desde la parte inferior del plano).