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La increíble épica

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viernes, 21 de septiembre de 2012

Eyes Wide Shut

 
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Título Eyes Wide Shut(España)
Ojos bien cerrados(Hispanoamérica)
Ficha técnica
Dirección Stanley Kubrick
Producción Brian W. Cook
Jan Harlan
Stanley Kubrick
Guion Stanley Kubrick
Frederic Raphael
Música Jocelyn Pook
Fotografía Larry Smith
Montaje Nigel Galt
Protagonistas Tom Cruise
Nicole Kidman
Sydney Pollack
Marie Richardson
Rade Sherbedgia
Todd Field
Vinessa Shaw
Alan Cumming
Sky Dumont
Fay Masterson
Leelee Sobieski
Thomas Gibson
Madison Eginton
Datos y cifras
País Estados Unidos
Año 1999
Género Drama
Duración 159 minutos
Idioma Inglés
Compañías
Distribución Warner Bros.
Presupuesto $65.000.000

Argumento

Eyes Wide Shut (en Hispanoamérica Ojos bien cerrados) es el décimotercer largometraje dirigido por Stanley Kubrick, protagonizado por Tom Cruise y Nicole Kidman y estrenado en 1999. Fue la última película de Kubrick, así como su obra póstuma, ya que el director murió pocos días antes de poder acabar el montaje definitivo. Está basada en la novela Relato soñado, de Arthur Schnitzler, y su guion fue escrito por el mismo Kubrick y Frederic Raphael.
Eyes Wide Shut es una película un tanto complicada y enigmática que exige reflexión y ser vista varias veces para poder entenderla completamente,la escena inicial presenta a una elegante pareja de Nueva York, el doctor William "Bill" Harford y su mujer Alice que están preparándose para asistir a la fiesta de Navidad que Victor Ziegler, un plutócrata paciente suyo, celebra en su lujosa residencia. Una vez allí, Bill, separado de Alice, es el blanco de la seducción de dos guapas modelos que lo intentan apartar del bullicio y le prometen llevarle al final del arcoíris. Mientras tanto, Alice conoce a Sandor Szavost, un don Juan al viejo estilo, y baila con él. Alentado por el coqueteo de la hermosa mujer, Szavost intenta seducirla y le propone relaciones sexuales en el piso de arriba. Mientras tanto, Bill es separado de las dos modelos para que ayude a una atractiva mujer desnuda que acaba de sufrir una sobredosis durante un ilícito encuentro sexual con Ziegler en un suntuoso baño. Bill le ayuda a recuperar la conciencia y Ziegler pide a Bill confidencialidad acerca del incidente. En la noche siguiente, Alice y Bill hablan sobre sus encuentros en la fiesta de Ziegler. Abruptamente Alice le pregunta si tuvo relaciones sexuales con las dos guapas modelos con las que coqueteó durante el tiempo que se ausentó. Bill, forzado a mantener la confidencialidad acerca de la indiscreción de Ziegler, escuetamente explica que estuvo en el piso de arriba atendiendo a Ziegler. La coartada de Bill es poco convincente, pero sobre todo desafortunada, y da pie a una discusión. Alice, molesta por los comentarios sexistas de Bill acerca del deseo y la fidelidad femenina, le relata una fantasía sexual que tuvo un año atrás en la cual estuvo dispuesta a renunciar a todo por una noche de sexo con un oficial de marina que acababa de ver por primera vez. Bill mira a Alice perplejo, sacudido por la revelación inesperada. En mitad de estas traumáticas confesiones, Bill recibe una llamada telefónica que le informa que Lou Nathanson, un paciente suyo habitual, acaba de morir. Junto a su cabecera, Marion, la hija del difunto, declara que ama a Bill y desea renunciar a su vida para estar con él.
Bill se marcha y camina ausente por las calles de Nueva York, recreando imaginariamente la fantaseada infidelidad de Alice. Un grupo de jóvenes toma a Bill por homosexual y le empujan. Bill se retiene y se abstiene de empezar una pelea. Poco después conoce a una guapa prostituta llamada Domino y la acompaña a su apartamento. Cuando Bill está a punto de sucumbir, una llamada de Alice los interrumpe y Bill decide marcharse. Bill pasa por el Café Sonata, donde su amigo el músico Nick Nightingale toca el piano. Nick le cuenta acerca de un lugar en el que toca el órgano con los ojos vendados para una audiencia de despampanantes mujeres desnudas que practican sexo. Cuando Nick le dice que volverá a tocar esa misma noche, Bill lo persuade para que revele la ubicación y las condiciones para asistir al encuentro: la contraseña ‘Fidelio’, una máscara y una toga con una capucha. Para conseguir el atuendo requerido, Bill va a una tienda de alquiler de disfraces llamada Rainbow Fashions, que se convierte en escenario de otro incidente sexual; Bill y el propietario de la tienda se encuentran con un ilícito menage a trois en el cual la hija preadolescente del propietario es el centro de atenciones. Bill coge un taxi y emprende un viaje nocturno que le llevará lejos de la ciudad hasta un misterioso lugar llamado Somerton. Con la contraseña Bill accede a una mansión en la que una orgía ritualizada está por empezar. Una enigmática mujer trata de advertirle que está en peligro pero Bill, desoyéndola, se niega a marcharse. Convencido de que la máscara le hará pasar inadvertido, Bill se pasea a través de varias salas observando actos lascivos entre hombres y mujeres sin distinción, aunque se abstiene de tomar parte en ellos. A un cierto punto Bill es desenmascarado y el maestro de ceremonias le demanda expiación. La misteriosa mujer interviene y se ofrece a redimirlo, y acepta cualquier castigo previsto para él. Bill es liberado pero se le advierte que, si no guarda silencio, él y su familia pagarán las consecuencias. Cuando regresa a su piso encuentra a Alice riendo en sueños y la despierta. Alice le cuenta que soñaba que tenía sexo con el oficial de marina de su fantasía y con muchos hombres más.
A la mañana siguiente Bill retrocede sobre los pasos de su aventura nocturna buscando respuestas. Va al hotel de su amigo el músico, pero allí descubre que Nick salió del hotel durante la madrugada en circunstancias inquietantes. Bill regresa a la tienda de disfraces para devolver el atuendo y se sorprende por la ausencia de la máscara. Antes de marcharse, el propietario de la tienda le ofrece los servicios sexuales de su joven hija. Bill regresa a Somerton pero le advierten que no siga haciendo indagaciones. Bill telefonea a Marion Nathanson pero cuelga cuando su prometido contesta al teléfono. Vuelve al apartamento de Domino, donde conoce a Sally, la compañera de piso de Domino. Tras un escarceo con la atractiva mujer, Sally le dice que Domino recibió de mañana los análisis de sangre que confirman que es VIH positivo. Bill se marcha y se percata de que está siendo seguido por un hombre de aspecto amenazador a través de las desiertas calles de Manhattan. Alarmado, Bill entra en una cafetería para protegerse. Allí lee en un periódico que la conocida modelo Amanda Curran ha sido internada en un hospital. De algún modo Bill sospecha que Amanda podría ser la mujer que lo redimió la noche anterior. Bill va al hospital, donde le informan que Amanda murió por sobredosis poco después del mediodía. Bill emplea sus credenciales médicas para entrar a la morgue. Cuando ve el cadáver de Amanda se conmueve en un modo extraño. Bill es citado por Ziegler, quien confiesa que es uno de los hombres enmascarados de la orgía. Ziegler confirma que Amanda es ambas: la misteriosa mujer que lo redimió en la orgía y la mujer a la que Bill atendió médicamente en su baño. Sin embargo, Ziegler afirma que la redención de Amanda fue ‘falsa, un montaje, un teatro, una farsa para asustarlo, para que guardase silencio’. Ziegler asegura que Amanda fue devuelta a su casa sana y salva y que sufrió una sobredosis por accidente.
Cuando regresa a su piso, Bill encuentra a Alice dormida y junto a ella la máscara perdida que había usado en la orgía. Bill se derrumba emocionalmente. Alice se despierta y Bill, llorando, le confiesa todo. A la mañana siguiente, mientras hace las compras de Navidad en compañía de su hija, Bill le pregunta a Alice qué deberían hacer. Alice contesta que deberían estar agradecidos de haber sobrevivido a sus aventuras, reales o imaginarias; ‘una noche no es toda la vida’, afirma Alice. ‘Y un sueño no es sólo un sueño’, responde Bill. Alice, mostrando que ha perdonado la escapada de Bill, responde que deberían tener relaciones sexuales tan pronto como les fuese posible.
Fotos

eyeswid








domingo, 11 de septiembre de 2011

House


















Esta es una película de culto que es una rareza bizarra por meritos propios.


Un grupo de chicas se va al campo, a pasar unas dicharacheras vacaciones en la casa de la tía de una: una misteriosa y lugubre mansión que esconde secretos y como no, fenómenos paranormales a punta de pala.

El tema está que el film mezcla efectos especiales, terror, fantasmas, comedia y... ¿Números musicales?

En la película vemos de todo: lámparas electrocutando gente, pianos que se comen gente, dedos amputados tocando las teclas de dicho instrumento musical, mutilaciones, cabezas decapitadas, habitaciones inundadas de sangre, etc...

La película es un delirio visual. Una especie de locura bizarra alucinógena sin pies ni cabeza difícil de tomar en serio (practicamente imposible) y que cuesta de creer que se pudiera rodar algo así, tan descabellado e imposible.

La película mezcla efectos especiales propios de décadas muy anteriores (curiosos matte maintings, por ejemplo) que le dan un aspecto retro (muy anterior a los 70) y cutre con efectos de edición surrealistas y arrítmicos. Muchas veces me da la impresión de que un niño pequeño que estudia cine, ante un programa de edición tipo Final cut pro, está montando una película experimental con todas las transiciones y cortinillas mas absurdas, infantiles y tontas de la que es capaz dicho programa de edición de video.

¿Se puede tomar algo así en serio?

La película es completamente atípica. Tengo la sensación de que se trata de un film de terror muy edulcolorado concebido especificamente para audiencias infantiles o juveniles, lleno de ingenuidad, música y bromas visuales genuinamente niponas.

Como botón de muestra hay una escena que una chica se encuentra una cabeza decapitada fantasma, y dicha cabeza muerde el trasero de la chica. El punto está que la cabeza no le muerde una nalga, o una pierna sino que hunde sus narices en medio del culo, dando la impresión de que está haciendo... ¡Un beso negro!¡Os lo juro!

Está película puede resultar una completo disparate para muchos, un experimento surrealista demencial e incomprensible, de naturaleza onírica, pero yo recomiendo el film porque es algo DIGNO de ver, ya que es algo único en su especie. Un autentico freak de feria del séptimo arte.

Puede (probablemente) pensarás al acabar el film que has visto una mierda sin pies ni cabeza, pero te hago una reflexión. ¿Alguna vez vistes en tu vida algo semejante? ¡Esa es la grandeza de este largometraje!



viernes, 3 de septiembre de 2010

Alien from L.A.




























La historia de este film  va asi, Wanda Saknussemm es una jóven poco agraciada y tonta que vive en Los Ángeles y trabaja en un comedor, después de que su novio la abandona, recibe una carta en la cual se le informa que su padre arqueólogo ha muerto, después ella viaja a África, y cuando se encuentra revisando los documentos de su padre descubre unas notas acerca de Atlantis, aparentemente una nave que se estrelló contra la tierra hace milenios y se encuentra hundida en el centro de la tierra.
La protagonista es interpretada por la bella actriz, modelo y atleta Kathy Ireland, una joven atlética, alta y de gran belleza que allá por los 80 fue portada de revistas de deporte, escribía articulos deportivos dedicados a las mujeres, etc... Hizo videos de fitness y de workout, para que las mujeres se pusieran en forma en cada delante de las televisiones, y posterioremente al madurar, se hizo escritora de libros de ayudas para las mujeres.

La chavala viaja para allá y en dos patadas se cae por un agujero, se mete por unas galerías, llega a unas minas y finalmente resulta que ha llegado a Atlantida.

En este film se plantea que los atlantes son quizás extraterrestres, que tienen en una cueva gigantesca bajo tierra, su mítica ciudad escondida de los ojos de los humanos.

Y claro, a esto alude el título del film, porque la chica es una "extranjera de otra civilización" en un nuevo mundo para ella, subterraneo.

Como todos los films de Albert Pyun, opta por un aspecto urbano de neones, niebla, y gente con aspecto punk retro fashion extremo.

Ella vivirá aventuras, peligros, la putearan, la engañarán etc...

Esta película no deja de ser una especie de  de Alicia en el país de las maravillas, pero mezclada con viaje al centro de la Tierra, perpetrada por la Canon group, aquella productora todoterreno que hacía de todo.


¿Y que más puedo contar de esta película? Pues son las aventuras de una mujer con cuerpo de modelo, y actuando de tontita, bajo la tierra, en una ciudad punk que resulta ser La atlántida.

Es una película bastante flojita, realmente modesta y que pasó sin pena ni gloria por los videos clubs, en vhs, a finales de los 80.

En el blog, en la review, os he dejado una excelente selección de fotos de Kathy Ireland, en su mayor gloria, que seguro que os encantarán.



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