Sinopsis: Chin-Siu-Ho es un actor caído en desgracia que llega a vivir a un edificio público, donde sucesos muy extraños comienzan a ocurrir que tienen que ver con fantasmas, vampiros y magia negra.
Impresión Inicial: Una irregular mezcla de géneros que resulta ser bastante entretenida y visualmente muy atractiva.
Guión y Desarrollo: Es extraño, pero el protagonista, ese ex-actor del que les comentaba en la sinopsis, es probablemente el personaje menos interesante de todo el film. Aunque lo rodea una trama inconclusa de drama familiar, está rodeado de personajes mucho más coloridos, intrigantes, trágicos y simpáticos que lo eclipsan por completo en ese pequeño mundo formados por los habitantes de ese abarrotado edificio de clase baja. Casi todos ellos cuentan con trasfondos e historias pequeñas pero interesantes: el hijo de un monje cazador de vampiros, la mujer que amaba tanto a su esposo que ni la muerte le impedía que estuviera a su lado, una chica y un niño con problemas mentales que son cuidados por el celador ya que no tienen a nadie más... pequeñas historias que forman un universo muy oscuro y triste, pero atrayente.
Pero la carne de esta historia esta en lo sobrenatural, y vaya que nos dan buen gusto no solo con la trágica historia de dos brutales fantasmas, sino con una criatura que no estamos muy acostumbrados a ver en film: el vampiro asiático, que pese a que me da la imagen de una criatura tonta y saltarina, aquí se ve realmente amenazante... aún cuando conserva sus característicos saltos. Tristemente, estos elementos no van a asustar a nadie pero logran impactar con la violencia y velocidad de sus acciones en los momentos de acción, que le deben todo al género wuxia con saltos imposibles y movimientos perfectos de artes marciales.
La trama en si es un poco turbia, y muchos momentos no quedan nada claros, especialmente su extraño final. A pesar de esto, esa extraña mezcla de violencia, humor y mucha, mucha tragedia tiene como resultado una película única.
Aspectos técnicos: Los momentos en que las criaturas sobrenaturales y los enfrentamientos toman precedencia lucen fabulosos. Tomando una página del manual de Zach Snyder, la acción se ralentiza para dar más impacto al movimiento y para que apreciemos mejor los bellos efectos. También es una película extremadamente violenta y hay escenas que pueden hacer girar el rostro a más de uno por sus sangrientos resultados.
El problema, al menos para mi, esta en sus escenarios. Si bien ese triste y feo edificio en que se desarrolla la acción crea el ambiente perfecto para el film, pronto se hace también aburrido y repetitivo. Igualmente, dado que la película se enfoca en personajes de clase baja, el “glamour” de los vampiros, cazadores y hechiceros se pierde en sus formas de vestir, en la miseria experimentada y en sus pobres y sucios hogares. Es una mirada diferente que a mi me encantó, pero que se que a muchos puede chocar.
Actuaciones: El tono variable de la película es un verdadero reto para los actores, que tienen que manejar humor, tragedia y horror a veces casi al mismo tiempo, con resultados regulares.
Reflexiones: Estamos demasiado acostumbrados a los monstruos de siempre, tanto que incluso películas de culturas radicalmente diferentes a la nuestra se han apropiado de ellos (no es extraño ver vampiros estilo europeo en películas asiáticas o hasta latinoamericanas, por ejemplo), por ese siempre es un gusto ver como los países se apropian de sus mitologías y nos muestran en su arte su propia interpretación. No veía a un vampiro Chino en una película desde los tiempos de Los Dioses deben estar locos 3 (ugh, desearía no haber recordado eso) y es un enorme placer redescubrirlo.
Impresión Inicial: Una irregular mezcla de géneros que resulta ser bastante entretenida y visualmente muy atractiva.
Guión y Desarrollo: Es extraño, pero el protagonista, ese ex-actor del que les comentaba en la sinopsis, es probablemente el personaje menos interesante de todo el film. Aunque lo rodea una trama inconclusa de drama familiar, está rodeado de personajes mucho más coloridos, intrigantes, trágicos y simpáticos que lo eclipsan por completo en ese pequeño mundo formados por los habitantes de ese abarrotado edificio de clase baja. Casi todos ellos cuentan con trasfondos e historias pequeñas pero interesantes: el hijo de un monje cazador de vampiros, la mujer que amaba tanto a su esposo que ni la muerte le impedía que estuviera a su lado, una chica y un niño con problemas mentales que son cuidados por el celador ya que no tienen a nadie más... pequeñas historias que forman un universo muy oscuro y triste, pero atrayente.
Pero la carne de esta historia esta en lo sobrenatural, y vaya que nos dan buen gusto no solo con la trágica historia de dos brutales fantasmas, sino con una criatura que no estamos muy acostumbrados a ver en film: el vampiro asiático, que pese a que me da la imagen de una criatura tonta y saltarina, aquí se ve realmente amenazante... aún cuando conserva sus característicos saltos. Tristemente, estos elementos no van a asustar a nadie pero logran impactar con la violencia y velocidad de sus acciones en los momentos de acción, que le deben todo al género wuxia con saltos imposibles y movimientos perfectos de artes marciales.
La trama en si es un poco turbia, y muchos momentos no quedan nada claros, especialmente su extraño final. A pesar de esto, esa extraña mezcla de violencia, humor y mucha, mucha tragedia tiene como resultado una película única.
Aspectos técnicos: Los momentos en que las criaturas sobrenaturales y los enfrentamientos toman precedencia lucen fabulosos. Tomando una página del manual de Zach Snyder, la acción se ralentiza para dar más impacto al movimiento y para que apreciemos mejor los bellos efectos. También es una película extremadamente violenta y hay escenas que pueden hacer girar el rostro a más de uno por sus sangrientos resultados.
El problema, al menos para mi, esta en sus escenarios. Si bien ese triste y feo edificio en que se desarrolla la acción crea el ambiente perfecto para el film, pronto se hace también aburrido y repetitivo. Igualmente, dado que la película se enfoca en personajes de clase baja, el “glamour” de los vampiros, cazadores y hechiceros se pierde en sus formas de vestir, en la miseria experimentada y en sus pobres y sucios hogares. Es una mirada diferente que a mi me encantó, pero que se que a muchos puede chocar.
Actuaciones: El tono variable de la película es un verdadero reto para los actores, que tienen que manejar humor, tragedia y horror a veces casi al mismo tiempo, con resultados regulares.
Reflexiones: Estamos demasiado acostumbrados a los monstruos de siempre, tanto que incluso películas de culturas radicalmente diferentes a la nuestra se han apropiado de ellos (no es extraño ver vampiros estilo europeo en películas asiáticas o hasta latinoamericanas, por ejemplo), por ese siempre es un gusto ver como los países se apropian de sus mitologías y nos muestran en su arte su propia interpretación. No veía a un vampiro Chino en una película desde los tiempos de Los Dioses deben estar locos 3 (ugh, desearía no haber recordado eso) y es un enorme placer redescubrirlo.
CALIFICACIÓN: 7/10
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