Concepto
El nombre samurái proviene del verbo japonés saburau que significa literalmente {el que sirve}, {soldado} o {vasallo militar}. La palabra samurai se empezó a utilizar en la época prefeudal y feudal japonesa, desde el período Heian, siglo IX, hasta la restauración Meiji en el siglo XIX.
El samurai es probablemente el mejor y más noble guerrero que haya existido en la tierra y su camino se sustentaba en tres principios fundamentales e inalienables: Lealtad, Deber y Valor.
A pesar de dichos preceptos, el samurai, además de guerrero incansable, disponía de un corazón benévolo, humilde y bondadoso y poseía un alto concepto de la cortesía, la etiqueta, el sentido del deber y el honor. No en vano, el samurai ideó un código ético y moral basado en estos principios fundamentales.
Además de ser un guerrero ejemplar, el samurai también era considerado por sus dotes artísticas y su apreciación de las tradiciones.
El samurai primitivo siempre existió en torno a la figura del noble o de un clan territorial. De hecho, su presencia y formación fue creciendo a partir del período Nara, entre los años 710 y 793, justo cuando China introdujo en Japón los distintos tipos de armas y los conocimientos estratégicos, los cuales penetraron y se mezclaron con los conocimientos locales.
Pero no fue hasta el período Heian, del 794 al 1184, cuando el poder imperial utilizó a los samurai como auténticos guerreros, tanto para sofocar rebeliones como para luchar entre ellos. Fue en ese período histórico cuando los samurais pasaron a servir y proteger a los señores de los clanes de provincias, que buscaban notoriedad, protección y dominación.
Es durante el período Heian cuando se crea en Japón una auténtica jerarquía militar y una distribución territorial en señores o clanes. Cada jefe de cada especie de reinado disponía de un importante número de miembros o soldados que eran samurais, y que a su vez estaban divididos jerárquicamente por diferentes rangos y categorías. Igualmente, cada clan disponía de un maestro que era el encargado de entrenar a los guerreros en el arte de la guerra y de las habilidades marciales.
En este contexto histórico fue cuando se desarrolló el concepto de guerrero y de un código ético y moral, que era transmitido a los guerreros en cada clan. Para los samurais, el honor se adquiría por medio del cumplimiento del deber, que a su vez se conseguía con la demostración de bravura y lealtad.
El samurai es probablemente el mejor y más noble guerrero que haya existido en la tierra y su camino se sustentaba en tres principios fundamentales e inalienables: Lealtad, Deber y Valor.
A pesar de dichos preceptos, el samurai, además de guerrero incansable, disponía de un corazón benévolo, humilde y bondadoso y poseía un alto concepto de la cortesía, la etiqueta, el sentido del deber y el honor. No en vano, el samurai ideó un código ético y moral basado en estos principios fundamentales.
Además de ser un guerrero ejemplar, el samurai también era considerado por sus dotes artísticas y su apreciación de las tradiciones.
El samurai primitivo siempre existió en torno a la figura del noble o de un clan territorial. De hecho, su presencia y formación fue creciendo a partir del período Nara, entre los años 710 y 793, justo cuando China introdujo en Japón los distintos tipos de armas y los conocimientos estratégicos, los cuales penetraron y se mezclaron con los conocimientos locales.
Pero no fue hasta el período Heian, del 794 al 1184, cuando el poder imperial utilizó a los samurai como auténticos guerreros, tanto para sofocar rebeliones como para luchar entre ellos. Fue en ese período histórico cuando los samurais pasaron a servir y proteger a los señores de los clanes de provincias, que buscaban notoriedad, protección y dominación.
Es durante el período Heian cuando se crea en Japón una auténtica jerarquía militar y una distribución territorial en señores o clanes. Cada jefe de cada especie de reinado disponía de un importante número de miembros o soldados que eran samurais, y que a su vez estaban divididos jerárquicamente por diferentes rangos y categorías. Igualmente, cada clan disponía de un maestro que era el encargado de entrenar a los guerreros en el arte de la guerra y de las habilidades marciales.
En este contexto histórico fue cuando se desarrolló el concepto de guerrero y de un código ético y moral, que era transmitido a los guerreros en cada clan. Para los samurais, el honor se adquiría por medio del cumplimiento del deber, que a su vez se conseguía con la demostración de bravura y lealtad.
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