En en el Caribe un monstruo marino se dedica a matar el tiempo atacando barcos, hundiendo botes y comiéndose al personal.
Total que en la investigación de los ataques del bicho descubren que es un ser nuevo y que para nada es un escualo, sino una especie de criatura prehístorica, que es mezcla de tiburón, pulpo y tortuga cabreada (tiene tentáculos, su cuerpo es como el caparazón de una tortuga, y la boca es la de un tiburón blanco).
La película es modesta a pesar que estar rodada en hermosas localizaciones naturales, enseña poco o nada al singular bicho y enreda su arco argumental con varias sub-tramas que incluyen un triangulo amoroso del protagonista, que se lo quieren follar todas las feminas del film. ¿Usará el afortunado tipo colonia Jack para hombres?
Otras tramas son la investigación del bicho que EN REALIDAD no es un ser prehistórico, sino un experimento genetico, o lo que es lo mismo: el ser es una nueva criatura creada por la ciencia.
Al final, como ya he dicho, el bicho sale poco, pega cuatro bocados, decapìta a uno, y para de contar: con lanzallamas lo cuecen en aguas poco profundas en donde lo han atrapado.
Curioso los planos de los tentáculos del bicho retorciéndose bajo el fuego, que en realidad son... ¡Tentáculos de verdad, de un pulpo al que están quemando vivo! ¡Arguiñano: trae el perejil!
La rubia es Valentine Monnier, mujer de belleza fascinante y rasgos angulosos.
La preciosa mulata es Iris Peynado, una dominicana que trabajaba en Italia como modelo y actriz.
Cinzia de Ponti (la científica de gafas) era una preciosa actriz, habitual de la serie B italiana y de films eróticos. En su haber están películas como El destripador de New York, Manhattan Baby o La profesora va al mar con toda la clase.
Rematando el exhuberante elenco de mujeres tenemos la ya madura Dagmar Lassander, una habitual del cine italiano de los 70, en numerosos giallos y films eróticos.
Un film que para matar el rato no está mal. Es mediocre, bastante salchichero, pero al menos tanto paisaje tropical, tanta preciosa mujer y tal, te hacen digerir bastante el endeble conjunto.
Lo indudablemente decepcionante es que el bicho es bastante tímido y la da verguenza enseñar sus atributos, por cierto bastante acartonados y mas rígidos que el palo de la bandera.
No es de lo mejor de lamberto Bava, para que engañarno
Total que en la investigación de los ataques del bicho descubren que es un ser nuevo y que para nada es un escualo, sino una especie de criatura prehístorica, que es mezcla de tiburón, pulpo y tortuga cabreada (tiene tentáculos, su cuerpo es como el caparazón de una tortuga, y la boca es la de un tiburón blanco).
La película es modesta a pesar que estar rodada en hermosas localizaciones naturales, enseña poco o nada al singular bicho y enreda su arco argumental con varias sub-tramas que incluyen un triangulo amoroso del protagonista, que se lo quieren follar todas las feminas del film. ¿Usará el afortunado tipo colonia Jack para hombres?
Otras tramas son la investigación del bicho que EN REALIDAD no es un ser prehistórico, sino un experimento genetico, o lo que es lo mismo: el ser es una nueva criatura creada por la ciencia.
Al final, como ya he dicho, el bicho sale poco, pega cuatro bocados, decapìta a uno, y para de contar: con lanzallamas lo cuecen en aguas poco profundas en donde lo han atrapado.
Curioso los planos de los tentáculos del bicho retorciéndose bajo el fuego, que en realidad son... ¡Tentáculos de verdad, de un pulpo al que están quemando vivo! ¡Arguiñano: trae el perejil!
La rubia es Valentine Monnier, mujer de belleza fascinante y rasgos angulosos.
La preciosa mulata es Iris Peynado, una dominicana que trabajaba en Italia como modelo y actriz.
Cinzia de Ponti (la científica de gafas) era una preciosa actriz, habitual de la serie B italiana y de films eróticos. En su haber están películas como El destripador de New York, Manhattan Baby o La profesora va al mar con toda la clase.
Rematando el exhuberante elenco de mujeres tenemos la ya madura Dagmar Lassander, una habitual del cine italiano de los 70, en numerosos giallos y films eróticos.
Un film que para matar el rato no está mal. Es mediocre, bastante salchichero, pero al menos tanto paisaje tropical, tanta preciosa mujer y tal, te hacen digerir bastante el endeble conjunto.
Lo indudablemente decepcionante es que el bicho es bastante tímido y la da verguenza enseñar sus atributos, por cierto bastante acartonados y mas rígidos que el palo de la bandera.
No es de lo mejor de lamberto Bava, para que engañarno
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