Terence Stamp y Peter Cushing hacen breves papeles en esta película, saliendo exactamente al principio y al final de la película, sin que sus aportaciones sean notorias o destacables. Salen un poco, sueltan cuatro frases, cobran el cheque y se van para casa.
La película mezcla de naufragos en una isla exótica, en plan Escuela de los robinsones, con toques a lo Robinson Crusoe, con el moreno que se une a los naufragos, unos cuantos monstruos, y bastantes cagadas.
Por ejemplo cuando los monstruos marinos asaltan el barco,¿Pero como es eso posible?¿Están de fiesta?¿Saben encender bengalas?
El final del film es de juzgado de guardia. Lo que se supone es una gran sorpresa, se revela un recurso argumental tan imposible, como forzado y encajado a martillazos en el conjunto. Es como si un niño de dos años intentara meter un redondel de plástico en el hueco del triángulo, en uno de esos juegos de encajar piezas.
La lista de errores es interminable, así como de incongruencias, disparates y situaciones que no pegan ni con cola.
De los actores mejor ni hablar. Todos los personajes son espantosos, sus líneas infumables y decir que sale la bióloga mas famosa de España, Ana Obregon, ya lo sentencia todo. Perdonadme pero me voy al baño a cagar, que me ha entrado un retorcijón. ¡Ay que dolor: parece que voy a cagar un submarino!
De los monstruos tenemos de todo en el escaparate: los hombre-sardina con un cuerno en la frente y cara de babuino, los hombres-alga que dan ganas de usarlos para hacer sushi, un monstruo gigante mas raro que el copón, y unos gusanos gigantes que escupen vapor y que habitan en unas cuevas (he visto moverse vibradores de goma en un sex-shop con mas estilo y gracia), pelicula mediocre.
Las pretensiones del film son divertir, sin cortarse un pelo, a pesar de que nada cuadre en la ecuación. Y la verdad es que lo consigue: me reí un rato viendo la película.
Pero no lo digo de mala fe. Me reí con algunos chistes, algunas situaciones, ocurrencias, etc... No dudo de que estamos ante un film infantil de aventuras recomendable para niños de los tiempos de ahora de unos cinco años de edad.
Interpretacion de Blanca Estrada, la rubia, con mil veces mas talento y belleza en este film que la inexpresiva Ana Obregon y cameo de Paul Naschy, que tiene una breve apareción sin demasiado peso en el conjunto.